Crítica de La caída de la casa Usher por MrPenguin

Los atormentados textos de Edgar Allan Poe regresan a la vida con 'La caída de la Casa Usher', una nueva reimaginación del tétrico universo del malogrado escritor con la que Mike Flanagan, volviendo a decantarse más por el drama que por el terror propiamente dicho, nos ofrece una siniestra versión de la codicia y la corrupción humanas. Así, y tomando la premisa del relato original como base, Flanagan hace un recorrido por varios de los escritos de Poe —cada capítulo está inspirado en alguna de sus obras—, solo que adaptados a los nuevos tiempos para enfocarse en la trágica estirpe de Roderick Usher, un poderoso hombre de negocios que acaba de perder a todos sus hijos en extrañas circunstancias. A partir de ahí, y navegando continuamente entre dos tiempos —pasado y presente—, la miniserie irá profundizando en los intricados entresijos de la familia Usher, en la psique de cada uno de sus miembros y, en última instancia, en los oscuros secretos que les llevaron a alcanzar su éxito empresarial.

No es por tanto una historia clásica de terror, sino más bien una funesta exploración de las más bajas pasiones humanas encarnadas en unos personajes que, pese al buen hacer de un reparto más que solvente, resultan totalmente despreciables. Esto aumenta significativamente ese aura de pesimismo que invade cada capítulo, pero a la vez, y a pesar de todo el tiempo que dedica Flanagan a buscar algo de redención en sus protagonistas, hace que sea casi imposible simpatizar con ellos y con sus motivaciones. En cualquier caso, 'La caída de la Casa Usher' sigue siendo un interesante drama familiar y, lo que es más importante, un sentido homenaje a la figura de Allan Poe y a su macabro imaginario de obsesiones, temores y disertaciones acerca de la maldad innata a nuestra condición de seres mortales. Se echa de menos el correspondiente toque gótico y una ambientación más cercana al terror clásico, pero... ¿acaso hay algo más terrorífico que la propia avaricia humana?