Redactada: 2022-03-17
Es complicado analizar esta primera temporada del spin-off de 'How I Met Your Mother', pero, si la tuviera que resumir en una sola frase, sería con la ya mítica "no esperaba nada y aun así estoy decepcionado". El principal problema que le veo a la serie es que se limita a repetir la misma fórmula que 'HIMYM', solo que pasándola por un filtro que suaviza todos sus aspectos en un desesperado intento por alejarla de cualquier posible polémica. Esto se aprecia sobre todo en los personajes, los cuales están caracterizados de una manera demasiado perfecta en contraposición a los de la serie original, mucho menos correctos aunque también más carismáticos. Realmente no se puede decir nada malo de ellos porque son todos unos cachos de pan, lo grave es que al panadero que los moldeó se le olvidó echarles sal y eso se traduce en unas situaciones algo sosas, bastante planas y muy olvidables.

Obviamente sería absurdo pedir la inclusión de personajes similares a Ted Mosby o a Barney Stinson, no solo porque quizás ya no funcionarían en una serie actual, sino, sobre todo, porque es evidente que ambos presentaban comportamientos muy cuestionables en ocasiones, pero el hecho de que fueran tan imperfectos era algo que favorecía su evolución (por mínima que fuese) y que permitía que la historia avanzase. 'HIMYF' falla precisamente ahí, en no ofrecer personajes con más matices, mayor carisma y, en definitiva, más memorables. Lo bueno es que a partir de aquí la serie solo puede ir a mejor, así que guardo cierto optimismo de cara a su ya confirmada segunda temporada (eso sí, espero que renuncien al abuso de las risas enlatadas, porque cada vez que un personaje entra por la puerta y suelta un simple "Hey, guys" mientras no para de sonar "HAHAHA" de fondo me dan ganas de apagar la tele e irme al campo a plantar remolachas y a vivir de la madre tierra).

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