No pretende ser una serie histórica ni cargarse de epicidad, es un cuento sencillo con un punto mitológico, donde los personajes pueden salirse de su cliché, haciendo evidentes sus miedos y dudando de todo aquello que les es impuesto, rehuyendo un destino que les es incómodo y confrontando sus debilidades.También tiene una chispa muy hippie, (acentuado en la banda sonora) y todo envuelto de esa flema británica en la que a menudo esconden su humor mas sarcástico.
La primera temporada puede descolocar si vienes buscando un Vikings o un Juego de tronos, no va por ahí ni lo pretende. Desde su sencillez en el planteamiento los personajes se van volviendo ambiguos, las metáforas se oscurecen y crea una atmósfera propia, algo que muchas series no consiguen por mas que lo pretendan.
La verdad es que le tengo muchas ganas a la tercera temporada y me la voy a devorar según salga.
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