Redactada: 2024-02-04
Primero la versión para cines y luego el Director's Cut. Creía que ya no me quedaba nada por descubrir del universo de 'Watchmen', pero ahora, 15 años después de su estreno original, me he acercado al fin al bautizado como 'The Ultimate Cut', el ambicioso corte que volvía a expandir lo ya visto en las versiones anteriores para dejarnos la que, al menos para muchos, es la adaptación definitiva de la aclamada novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons. Tres horas y media de puro deleite audiovisual. Tres horas y media que, salvo algunos altibajos puntuales en cuanto al ritmo, se me han pasado volando. Una extensión bastante dilatada en la que Zack Snyder, aquí con mayor libertad que en el montaje original, aprovecha para intercalar esa especie de espejo metaficcional titulado 'Tales of the Black Freighter', un pequeño relato que no hace sino reflejar toda la corrupción moral que impera en esa sociedad oscura, casi distópica, en la que los superhéroes, antes admirados, son ahora perseguidos por la ley.
Concebida casi como una deconstrucción del género antes incluso de que Marvel y DC empezasen a saturarnos con sus respectivos universos cinematográficos, la película toma esa premisa decadente, nihilista por momentos, para diseccionar las infinitas aristas morales de ese lienzo lleno de claroscuros. Snyder mantiene todo ese componente filosófico y lo integra a la perfección en su hipnótico imaginario visual; en ese microcosmos retrofuturista de impecable estética neo-noir y estilizado hasta el extremo donde las viñetas del cómic, así como su fantástica narrativa, irán dibujándose con una fidelidad sencillamente maravillosa. Tampoco faltan los vicios habituales de Snyder —como el abuso de la cámara lenta—, pero lo cierto es que en esta ocasión, y como ya pasaba en '300', encajan perfectamente dentro de la que ya es una de las producciones más adultas, profundas y viscerales que nos ha regalado el séptimo arte dentro del denostado mundo de los superhéroes. Todo un clásico dentro de su género.
Concebida casi como una deconstrucción del género antes incluso de que Marvel y DC empezasen a saturarnos con sus respectivos universos cinematográficos, la película toma esa premisa decadente, nihilista por momentos, para diseccionar las infinitas aristas morales de ese lienzo lleno de claroscuros. Snyder mantiene todo ese componente filosófico y lo integra a la perfección en su hipnótico imaginario visual; en ese microcosmos retrofuturista de impecable estética neo-noir y estilizado hasta el extremo donde las viñetas del cómic, así como su fantástica narrativa, irán dibujándose con una fidelidad sencillamente maravillosa. Tampoco faltan los vicios habituales de Snyder —como el abuso de la cámara lenta—, pero lo cierto es que en esta ocasión, y como ya pasaba en '300', encajan perfectamente dentro de la que ya es una de las producciones más adultas, profundas y viscerales que nos ha regalado el séptimo arte dentro del denostado mundo de los superhéroes. Todo un clásico dentro de su género.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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