Crítica de Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos por watered

Shang-Chi. Otro superhéroe por descubrir, otro miedo que abordar. Lo bueno y malo de Marvel es que ha conseguido hacer un universo bastante homogéneo con unas producciones excelsas, buenas o en el peor de los casos, decentes. Todo lo masivo tiene su contra, su peligro de repetición, de factoría de churros, de optar por lo políticamente correcto para atraer a toda clase de público, minorías, mayorías, razas, orientaciones... Pero eso pasa con la mayoría de películas y series actuales.

Reconozco que no iba yo con mucha expectativa con Shang-Chi, un superhéroe de los desconocidos para abrir nuevas vías, al igual que en su momento Ant-Man (películas más decentes de lo esperado, sobre todo la primera), y Black Panther (para mi personalmente demasiado bombo y no es de las que más me gusten del UCM). Shang-Chi podría parecer una especie, y entiéndaseme bien... de Black Panther asiático, con todos los tópicos y enfoques que se puedan trasladar, y que pueden repercutir negativamente en lo que es la película en sí.

Afortunadamente, me ha gustado más que Black Panther, la encuentro más fresca, con más ritmo, y no tan meticulosamente diseñado todo para ese enfoque reivindicativo racial, o al menos me lo han vendido y yo no me he dado cuenta. Tras una primera fase de una presentación decente, la película va ganando enteros en su parte intermedia, y así mismo, en su trozo final, con un diseño técnico y visual que, aunque se presupone potente, queda bien en pantalla y tiene su sentido.

Un guion sin grandes pretensiones, pero resuelto sin estridencias y sin pretender más de lo que es, con sus pequeños enlaces con el resto de "energía mágica" del UCM, con un ritmo bien llevado que consigue una película notable en su espectáculo. Tal vez tener poco hype me haya hecho la contra, pero con Black Panther iba más o menos igual y esta la he disfrutado más en lo que es un blockbuster Marvel de personaje diferente a los habituales y conocidos. Veremos como enlaza a futuro en la fase que se avecina.

No tiene la novedad fulgurante que tuvo Iron Man como superhéroe "semidesconocido", pero es un digno entretenimiento, que tendrá sus particularidades raciales que se quieran poner de manifiesto, pero que no satura en exceso en esos términos, y se agradece para el disfrute intrínseco de la película. Para bien o para mal, tiene algunas formas visuales de películas orientales, pero con el filtro hollywoodiense, por lo que a algunos les gustará más o menos dependiendo de la afinidad con esa forma tan particular de expresar en pantalla esas coreografías y narrativas.

No tiene el poso generacional y de fondo como otros personajes y películas como las de Spiderman, pero no le hace falta, y está bien que consiga su propia personalidad y rumbo como personaje.