Redactada: 2017-05-25
Cuando recupero un clásico siempre me sorprende la diferencia en el ritmo y en el modo de generar tensión con el cine actual. Hoy todo es explicito y se logra por acumulación, por una sobre excitación de los sentidos. El cine clásico no solo era mucho más pausado, sino que las escenas de acción, más caras y dificultosas, se racionaban preparándonos cuidadosamente para lo que se conocía como "el climax". "Shane" (Raíces profundas) se resuelve con dos peleas y dos tiroteos y, aunque las peleas son más largas y aparatosas, los tiroteos son sorprendentemente rápidos y sencillos. Sin embargo, durante toda la película se va macerando el carácter de cada personaje sin que sea preciso que en todo momento estén demostrando lo que son. Es una película estupenda para quienes les guste el cine y no hayan conocido esa otra forma de contar las historias y, como no, para todos los que las disfrutamos de niños en aquellas tardes de televisión en las que era imprescindible un western.
Guion
Banda sonora
Interpretación
Efectos
Ritmo
Entretenimiento
Complejidad
Sentimiento
Duracion
Credibilidad
Fotografía
Dirección

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