Crítica de Puedo escuchar el mar por Sergiojamon

La película Ghibli que posiblemente sea la menos conocida.

Muchos de vosotros la habréis descubierto gracias a que Netflix está empezando a subir todas las películas del estudio Ghibli a raíz de que se haya llegado a un acuerdo, esto quiere decir que ni siquiera sabíais que era de ese estudio.

Yo ya la había visto mucho antes de su estreno en Netflix y ahora que la he vuelto a ver me he llevado una gran desilusión y más aun siendo del estudio que es. Para mí el sello Ghibli representa la fantasía en estado puro, con una gran animación por detrás. En este caso, no me desagrada el hecho de que sea una historia simple, sin fantasía de por medio e incluso su animación es de las más decentes, teniendo en cuenta en el año de su creación. Lo que me desagrada de todo, son sus personajes, que en vez de amar la historia por su supuesta química, hacen la opción contraria, llegando a ser un poco “odiosos” en diferentes escenas, la cual es una de la más cortas que tiene el estudio, si no, la que más, pero eso no me molesta ni lo más mínimo.

Por otro lado, la banda sonora no destaca en lo más mínimo como lo hacen las demás del estudio, pero llega hacer la función en todo momento, llenando la escena de dramatismo cuando debe haberlo y comedia cuando la escena lo indica.

No es de las mejores que tiene el estudio, pero tampoco llega a ser de las peores. Se puede visionar sin problemas, ya que es una película bastante corta de hora y poco más.

Y si quieres empezar por alguna de este estudio, pues es una buena opción.