Crítica de Nymphomaniac. Volumen 1 por Sandris

Lars Von Trier es el director de la provocación, con todas las letras. Desarrolla su filosofía a escondidas, dejando al espectador el trabajo de comprender qué está pasando y el deber de descubrir todas las metáforas que nos regala. 'Nymphomaniac' es la historia de Joe (Charlotte Gainsbourg), una mujer declarada ninfómana que decide relatarnos su vida, de forma clara, concisa y sin tapujos. El sexo y el erotismo fluyen a raudales frente a nuestros ojos, dándonos un festival de carne y lujuria, pero bajo esos deseos tan viscerales se oculta la verdadera clave del filme: la necesidad de Joe de sentirse entendida por alguien, en este caso Seligman (Stellan Skarsgård). Joe busca la liberación sexual de sus impulsos, pero también busca combatir el amor, esa idealización del amor que todos tenemos desde que somos jóvenes. El amor que llegará a tu vida, la pondrá patas arriba y te cambiará por completo. En cambio, Joe sabe que nunca podrá llegar a sentirse así porque la única forma de comunicación que le funciona con otras personas es el sexo. Es una esclava de sus anhelos, siéndole totalmente imposible el mantener una relación sana con cualquier miembro del sexo opuesto.
Su adicción le imposibilita tener una vida normal, en la que mantener relaciones sólidas de amistad o amor, siendo los encuentros físicos su mecanismo para enfrentarse al mundo y a la sociedad que la rodea. Conforme avanza la obra, comprendemos que la única compañía que Joe tiene es la soledad, siendo un personaje con un profundo vacío existencial incapaz de llenar.

Si algo denomina el estilo del cineasta danés es el manejo de la música para crear atmósferas a su antojo, desde Rammstein a Bach alterando la superposición de planos, llevándonos a reconstruir por completo la vida de la protagonista recreando sus experiencias más íntimas creando un símil musical para cada una de ellas. Es cierto que no es de sus mejores obras y que empatizar aquí es complicado, pero no se le puede la negar la enorme calidad estética, musical y metafórica del filme, convirtiendo a 'Nymphomaniac vol.1' en una de las películas más interesantes de la cinematografía europea.