Crítica de Maléfica por Nuemiel

Antes de ver la película hay que abrir la mente y no quedarse estancado en la versión clásica de La bella durmiente porque Maléfica sigue la estela de las últimas películas de Disney y veremos más protagonismo con las mujeres, que se desligan de los hombres.

Defiendo esta película porque ha logrado darle la vuelta al papel de Maléfica y vemos a una mujer más humana, llena de odio y resentimiento, que descubre el perdón a través del amor. Es una demostración de que toda persona, por muy mala que parezca, si al principio fue bondadosa puede volver a serlo. Disney demuestra que el papel de villano y héroe pueden ir cogidos de la mano, que el amor verdadero no siempre tiene que representar al príncipe azul y, al igual que Brave mostró el amor materno, aquí vemos otro ejemplo de ese tipo de amor. Las cosas están cambiando para bien en la famosa fábrica de sueños.

Maléfica es un personaje fascinante y Angelina Jolie borda su papel, demostrando que los malos no son tan malos ni los buenos tan buenos. La caracterización es impresionante, parecen de verdad esos pómulos tan salientes o los increíbles ojos verdes.
El único "pero" que le saco a Maléfica es su naturaleza: ella es un demonio, y no me gusta que quieran convencernos durante toda la película de que es un hada. La prueba es que le afecta el hierro igual que a los demonios, mientras que a las hadas no les hace daño ningún metal.

La bella Aurora recae en la actriz Elle Fanning. Representa su personaje bastante bien: es alegre e inocente. No es precisamente un bellezón y se la ve algo sosa, pero era de esperar porque la mayoría de las princesas Disney son muy ingenuas.

Por desgracia, las hadas madrinas son atolondradas e histéricas y las han relegado a payasos con alas. Algunos gestos no están bien conseguidos y da mucha grima mirarlas a la cara.

Desde niños los cuentos clásicos nos han trasmitido mensajes erróneos. No explican los valores importantes de la vida, sino que se centran en aspectos tan banales como: lo bonito es bueno, lo feo es malo, los buenos son buenos sin ninguna razón, el malo es malo también sin motivo, el amor a primera vista es lo ideal y mucho mejor si las dos personas son bellas, sólo los príncipes y princesas son protagonistas de los cuentos... Sin embargo, en Maléfica estos temas tan utilizados los enfocan desde otro punto de vista, orientándolos a nuestros tiempos y tratando de enviar otro tipo de mensaje. Así, en la pantalla vemos a personajes más humanos, aprendiendo de sus errores y abordando temas como: el feo no siempre es malo, el guapo no siempre es bueno, existe la atracción a primera vista pero no es lo mismo que el amor, encontramos traición, venganza, redención, que el amor real da alegría y sufrimiento y que crece día a día...

Muchas personas se quejan de que Maléfica apenas guarda relación con la historial original. Es cierto. Y también la mayoría de esas personas ignoran que La bella durmiente de 1959 tampoco se parece al verdadero cuento, que es mucho más cruel y brutal, donde no existe Maléfica porque es un personaje inventado. Si alguien no me cree le animo a leer el cuento original sin adulterar por Disney o los Hermanos Grimm, que también cambiaron lo que quisieron.

Puestos a quejarnos, deberíamos criticar a Disney por cambiar las historias a placer. Cuentos como Blancanieves, La sirenita, La Cenicienta, Pinocho, El jorobado de Notre Dame, La bella y la bestia, Rapunzel, La reina de las nieves... Todos ellos, y muchos más, han sufrido tijeretazos por parte de Disney, así que ¿a qué vienen esas quejas?

Mi consejo es que disfrutéis y dejéis que vuestro niño interior se divierta con una película de hadas, caballeros, princesas y dragones. No es momento de mosquearse por semejante tontería.

Hay un gran trabajo de animación, maquillaje, vestuario y los efectos especiales son deslumbrantes. Todo invita a viajar a un mundo de fantasía y a la vez cruda realidad, pero debo admitir que el final es demasiado azucarado.

La película es una bonita historia muy entretenida, no se hace pesada ni aburrida en ningún momento, y gusta tanto al público infantil como al adulto. Recomiendo verla con los ojos y la mente bien abiertos.

Saludos ;)