Crítica de Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio por MrPenguin

Trasladar un cómic a la gran pantalla es una tarea realmente complicada y es por eso que Steven Spielberg, siendo consciente de dicha dificultad, estuvo posponiendo durante años su idea de llevar las aventuras de Tintín al cine. Fue entonces cuando apareció el bueno de Peter Jackson (productor de la película y experto en adaptar cosas) para convencer a Spielberg de que la solución estaba en no recurrir a un formato live action convencional, sino en utilizar la técnica del capture motion para respetar la obra original creada por Hergé y a la vez mantener la expresividad que solo unos actores reales podían conseguir. El resultado superó cualquier expectativa, dejándonos una auténtica maravilla visual que consigue insuflar vida a los personajes del famoso historietista belga con un nivel de detalle pocas veces visto en el cine de animación.

El guion, en cambio, es quizás su principal punto débil, pero no porque sea malo, sino porque se nota que es una compilación de elementos de tres cómics diferentes ('El cangrejo de las pinzas de oro', 'El secreto del Unicornio' y 'El tesoro de Rackham el Rojo') unidos mediante numerosas y frenéticas escenas de acción. En ese sentido se nota mucho la mano de Spielberg y de los guionistas con los que contó, tres especialistas en crear historias trepidantes como Joe Cornish ('Attack The Block'), Edward Right ('Scott Pilgrim vs. The World') y Steven Moffat ('Doctor Who'); los cuales ayudan a crear un relato sumamente entretenido sin un segundo de respiro, pero que en ocasiones puede resultar algo extenuante. En cualquier caso, la película no solo logra ofrecer una más que disfrutable experiencia palomitera dentro del género de aventuras, sino que además consigue retratar el universo de Tintín con enorme cariño y añadir otra crónica más a su inmortal carrera como reportero.