Crítica de Lady Bird por Migatoyyo

No nos engañemos, Lady Bird es una buena película, cautivadora, simpática, inteligente. Cualquier que la hubiera descubierto casualmente se hubiera sentido fascinado por esa adolescente inteligente y rebelde, con las hormonas a millón, que borda la Ronan. Las subtramas también son interesantes; la existencia de clases sociales en sociedades que hasta ahora soslayaban estas diferencias, salvo que se refirieran a minorías étnicas, la homosexualiad, el desempleo, la incertidumbre de un futuro que va a estar muy condicionado por la Universidad en la que estudies y esta a su vez decidida por la capacidad económica de la familia; la desigualdad de oportunidades en la tierra de la igualdad de oportunidades. Todo ello son razones suficientes para su visionado y, de hecho, son las mejores cualidades del filme.
Sin embargo, una vez que los medios de masas han puesto su ojo en ella, no acaba de entrar en la categoría de memorable. Hay una cierta tendencia a la pequeñez que le perjudica y que la convierte en menos de lo que pudo ser.Tal vez la historia principal no esté a la altura de las subhistorias o, puede ser que solo sea el énfasis en las escenas claves, el caso es que la sensación general es de una cierta decepción que lleva a plantearse ¿por qué esta si y otras tantas como "Rumores y mentiras", "Todo en un día" y otras muchas no pueden entrar en la categoría de reivindicables?
Si la película va creciendo con el paso del tiempo en mi cabeza tengo claro que será a causa de esas tramas secundarias, que también son las que la distinguen del resto.