Crítica de La maldición de Chucky por Nuemiel

Tras cinco películas, nuestro querido muñeco diabólico había perdido todo el tirón de su primera trilogía, motivo por el cual el creador de la saga ha dirigido esta sexta entrega para recuperar la esencia original, pero ha pasado demasiado tiempo para la franquicia. La evolución del cine del terror hace imposible este tipo de películas y ahora un muñeco como Chucky difícilmente nos puede asustar.

La palabra que define esta película es "mediocre". Aunque el final es una pasada, el resto de la cinta aburre por su lentitud, y el muñeco parece haber olvidado cómo era antes: cruel y malhablado. Han cambiado a Chucky, le falta chispa y carisma, como si el paso de los años lo hubiera vuelto menos atrevido. Aunque se agradecen los guiños a las anteriores películas, aunque no son suficientes.

Durante la mayor parte de la película no ocurre nada interesante, es verdad que hay algunas muertes, pero no son lo suficientemente impactantes. Eso sí, mi enhorabuena al creador de los efectos especiales, que ha realizado un gran trabajo con un presupuesto de risa.

Tampoco convencen los personajes y no poseen ningún peso importante en la historia. No digo que los actores sean malos, pues se nota que ponen empeño y ganas en sus interpretaciones, pero la culpa es de toda la película en su totalidad, que se puede calificar de Serie B.

La maldición de Chucky pretendía volver pisando fuerte, pero se hundió estrepitosamente. Para futuras cintas, deberían aclararse las ideas y dejar los cambios de personalidad, personajes y giros argumentales extraños, nada de eso traerá nada bueno.

Saludos ;)