Crítica de La gran jornada por El9Pasajero
Redactada: 2023-05-08
De blanco impoluto se nos presenta el amigo John Wayne ( "Llon Baine" como lo llamaba mi abuelita ) o como si de su primera comunión se tratase aunque la épica de los acontecimientos a medida que vayan ocurriendo le van a ir dando un tono grisu digno de darle faena al payaso de los anuncios de micolor.
Es mi primera película de este actor tan joven , de hecho solo lo recordaba de viejuno y había llegado a pensar que ya era así de natura. Y me ha recordado en algunas expresiones a Bryan Cranston. Salvando las distancias.
Y ya demostraba que su fuerte no era la puntería. Quizás de ahí esa mirada profunda que tenía, que no era por vena de actor sino posiblemente por miopía porque no atinaba a una manada de búfalos en movimiento aunque fuesen a cámara lenta.
Aquí nos presentan un manual de como sobrevivir en el salvaje oeste. Los indios buenos que solo quieren parlamentar ( para echarse unas caladitas que ya en aquellas tenían smocking's rooms). Los indios malos que solo querían arrancar cabelleras por un pacto con Llongueras a causa de su alopecia galopante. Los gamblers , los malotes apestosos con alergia al jabón. Las mujeres de armas tomar y bragas bajar ( sin ánimo de ofender). Y las clasicas movidas férreas que tanto revolucionaron el ambiente.
Todo un folklore popular de aquellos años locos. Una auténtica odisea del oeste de 1930.
Es mi primera película de este actor tan joven , de hecho solo lo recordaba de viejuno y había llegado a pensar que ya era así de natura. Y me ha recordado en algunas expresiones a Bryan Cranston. Salvando las distancias.
Y ya demostraba que su fuerte no era la puntería. Quizás de ahí esa mirada profunda que tenía, que no era por vena de actor sino posiblemente por miopía porque no atinaba a una manada de búfalos en movimiento aunque fuesen a cámara lenta.
Aquí nos presentan un manual de como sobrevivir en el salvaje oeste. Los indios buenos que solo quieren parlamentar ( para echarse unas caladitas que ya en aquellas tenían smocking's rooms). Los indios malos que solo querían arrancar cabelleras por un pacto con Llongueras a causa de su alopecia galopante. Los gamblers , los malotes apestosos con alergia al jabón. Las mujeres de armas tomar y bragas bajar ( sin ánimo de ofender). Y las clasicas movidas férreas que tanto revolucionaron el ambiente.
Todo un folklore popular de aquellos años locos. Una auténtica odisea del oeste de 1930.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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