Crítica de Jurassic World: Dominion por irenerestre

Ya lo dice el propio doctor Ian Malcom en un momento de la peli: menuda ida de olla.
No voy a negar que sea entretenida y disfrutable, y que la nostalgia, la reunión de personajes y los guiños a la primera trilogía me hacen subirle un poco la nota, porque por lo demás, es una bizarrada como una casa y no llegaría ni al 6 que le doy.
Si la ves en buena compañía, lo más probable es que las risas estén aseguradas, pero como ya me pasó con “El reino caído” (aunque en menor medida) te ríes por no llorar. Persecuciones en las que alguien escapa corriendo de un velocirráptor, pero luego en coche o moto casi no consiguen hacerlo, dinosaurios que se desplazan como Spiderman por cornisas y azoteas en la ciudad, intentos de noquear un dinosaurio a puñetazos, momentos en los que casi te esperas ver aparecer a la khaleesi a lomos de un T-rex, plagas bíblicas…
En fin, un despropósito. Bien por el CGI, bien por los personajes, que dan lo que esperas de ellos, y a pesar de las tramas separadas al principio, la película gana el breve rato final en que aparecen todos juntos , aunque lleguen a resultar demasiados intentos de protagonista. Pero la historia es caótica y el final poco emotivo e impactante, como sería de esperar. En alguna ocasión, los guiños a las películas anteriores resultan escenas copiadas, más que guiños en sí.
Eso sí, cada vez que Jeff Goldblum aparecía en pantalla, la sonrisa me salía ya sin querer.
Así que lo dicho, me deja una sensación agridulce, ya que se deja ver como entretenimiento, pero no la considero ni de lejos una buena película.