Crítica de Guerra de novias por Obscuritas

Tengo muchas comedias románticas pendientes y hoy me apetecía algo así, algo ligero para pasar la tarde. Pues he descubierto que Guerra de novias es a las comedias románticas lo que Frozen a las típicas películas de príncipes y princesas. Y es que aparecen comedia y romance en sus géneros, sí, pero la cosa va más de las dos chicas, de la amistad, y el romance la verdad es que brilla bastante por su ausencia, lo que es gracioso teniendo en cuenta que la película va de bodas.

Todo empieza con Emma y Liv de niñas, siendo de esas amigas de toda la vida, y tienen un sueño común, que es casarse en junio en el Hotel Plaza, obviamente cuando tengan la edad para ello y pareja y esas cosas. Y llegado el momento las dos se comprometen con sus respectivos novios con poco tiempo de diferencia, por lo que el sueño está más cerca que nunca. Pero por un fallo técnico les dan la misma fecha para las dos bodas, y ahí empieza la guerra que da título a la película.

Como he dicho, la cosa va de bodas pero el romance es lo que menos importa. Toda la película va de las dos mejores amigas haciéndose putadas la una a la otra para sabotear la boda ajena, y se les va un poquito de las manos pero es de esas que sabes cómo van a terminar. Y no sólo me refiero a que la cosa va de amistad, y su relación con el matrimonio viene porque al final se supone que este es para toda la vida, pero hay amigas que sí que son para toda la vida, y el amor va y viene pero las amigas ahí están, las de verdad se quedan para siempre. Pero también es predecible que Emma y el novio no se van a casar, eso huele mal desde el principio, y además se nota que va a pasar algo con el hermano de Liv.

Anne Hathaway y Kate Hudson están totalmente en su elemento, son dos de las reinas de la comedia romántica, pero si de por sí no es un género en el que normalmente se vean grandísimas interpretaciones, aquí hacen lo que pueden con lo que tienen. Y es que para ser tan amigas, como la cosa va de piques, tampoco es que llegado el momento compartan mucho la pantalla, así que ni eso podemos rascar. Y luego están Chris Pratt, Steve Howey y Bryan Greenberg que bueno, están ahí por estar, sobre todo porque al menos tiene que haber dos novios para estas bodas, pero aportan lo justito.

Así que bueno, ha cumplido con su propósito, menos de hora y media de algo ligero, puro mamarracheo para desconectar e incluso dejar un poquito de fondo, porque no tiene una grandísima trama, y la verdad es que tampoco es especialmente entretenida, esperaba otra cosa.