Crítica de ¡Game Over, tío! por JPQP

La típica comedia estúpida para desconectar el cerebro.

El humor, aunque se basa en los tropos clásicos de las comedias gamberras como drogas o chistes sexuales, es básicamente de tipo absurdo. En general funciona bien, aunque hay unos cuantos gags (principalmente los basados en violencia) que caen tanto en lo edgy que dan algo de vergüenza ajena.

Al tratarse de una parodia de las películas de acción (en especial Die Hard) es complicado decir si ese humor edgy era algo buscado o ha salido sin querer.

Sobre la historia no hay gran cosa que decir porque el desarrollo (y sus pocos giros) se hacen muy evidentes al comienzo del film. Aunque a su favor he de decir que, a diferencia de otras películas de acción donde los obstáculos que impiden llegar a la conclusión se notan que están ahí para retrasar el avance de la trama, aquí, gracias a los gags, cuando los protagonistas no están avanzando a su objetivo no tienes esa sensación (también es debido a la corta duración del metraje).

Sobre los personajes, punto a favor de los villanos que incluso siendo parodias de los clichés más típicos, acaban resultando interesantes en especial la pareja homosexual; aunque hay cierto humor alrededor del hecho de que sean gays que es medio infantiloide, y que de tratarse de una pareja heterosexual, no es que no hubiera funcionado, es que ni lo hubieran intentado.

Con respecto a los protagonistas pues cumplen su papel de pringados, con cada uno cayendo en un estereotipo diferente: el que se cree muy guay y sus amigos no le soportan, el que es un cobarde hasta que tiene que ayudar a sus amigos, el que vive estresado...

En definitiva, no es ni de lejos la mejor película de acción cómica, pero la recomiendo si quieres desconectar tu cerebro y sobre todo si lo que te gusta es el humor sobre violencia exagerada.