Redactada: 2020-06-21
Te puede gustar más o te puede gustar menos, pero lo que está claro es que supuso un antes y un después en Disney. No he visto tanto merchandising de una película en mi vida, y lo sigue habiendo a día de hoy, 7 años después, y estoy segura de que lo habría incluso sin haber hecho la secuela.

Let it go se convirtió en el himno de una generación entera (pequeños y no tan pequeños, ojo, yo la sigo berreando cada dos por tres) y Olaf ya es un símbolo, uno de los mejores compañeros que ha habido hasta la fecha.

La animación es muy buena y la banda sonora es pegadiza, pero sobre todo tiene unos valores que no habíamos visto hasta entonces. Lo que importa, por encima de todas las cosas, es la familia, el amor fraternal.

Además, tenemos una princesa, sí, pero por primera vez también tenemos una reina.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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