Redactada: 2023-12-26
Me gusta el terror de principios de los 80, incluso cuando es mediocre por no decir malo, tiene ese hermoso aspecto de película desaliñada. Y, además, si se trata de un slasher navideño dirigido por el actor y cantautor de culto David Hess, llevado a acabo con muy poco presupuesto, poca sangre, escenas nocturnas filmadas durante el día, asesinatos y actuaciones mediocres y un estofado de ternera que acaba siendo como de la familia, no se podía dejar pasar.
Nada más ver los primeros minutos ya sabes a lo que te vas a enfrentar, ármate de valor y paciencia.
La verdad que todo lo que se ahorraron en sangre se lo gastaron en iluminación, vaya noches en los exteriores de la escuela, y por si acaso llevaban linternas, que maravilla.
En este tipo de películas suelen marcar las diferencias las muertes o los giros de guion, y aquí por desgracia no esperes ninguna de las dos cosas, bueno que hubiera dos asesinos no me lo esperaba.
La banda sonora es otra de esas cosas sin sentido, pero encaja perfectamente con el tono de la película.
Aún así no todo es malo, que la mayor parte de la trama tenga lugar en esta gran casa de la hermandad, que está poblada de muchos personajes extravagantes, con diálogos y comportamientos extraños y a veces grimosos, otorgan a la película ese encanto, a pesar de todos sus defectos y que es mala a todos los niveles, que hace que me parezca divertida.
Guion
3 ✮
Banda sonora
2 ✮
Interpretación
1 ✮
Efectos
1 ✮
Ritmo
3 ✮
Entretenimiento
4 ✮
Complejidad
2 ✮
Sentimiento
3 ✮
Duracion
4 ✮
Credibilidad
1 ✮
Fotografía
2 ✮
Dirección
3 ✮

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