Crítica de El hombre elefante por Gaspar

Una reflexión para la historia

Sinopsis
La película nos presenta a John Merrick, un hombre con claras deformaciones. Su enfermedad no sólo le lleva a tener un aspecto característico y deformado, sino también le lleva a limitaciones físicas. John, incapaz de sobreponerse a imposiciones debido a esta enfermedad y su carácter, lo llevan a convertirse en un “mono de feria” aunque a él se le presenta como el “Hombre elefante” ante una sociedad industrial que experimentaba los límites exóticos, las relaciones sociales y la capacidad de exponerse al público. En un momento dado John es “adoptado” por el Dr. Frederick, un médico reputado, que trata de facilitarle la vida, dándole la caridad que ha escaseado en la vida de John.

Crítica
La película de Lynch, del 84, bien podría ser una reflexión de finales de siglo XIX (marco histórico de la película), mediados del siglo XX o del mismo siglo XXI. Es decir, se trata de una reflexión sobre una de las condiciones que es inherente del ser humano, juzgar cómo es una persona sólo por el aspecto físico que presenta. John, en cuanto a su personalidad, es todo lo contrario a lo que profesa visualmente, la asimetría de cuerpo y cara, la deformación diabólica del cráneo pervirtiendo la semejanza con el humano, o la dificultad para transmitir expresiones (y emociones), dan paso a un personaje reflexivo, consciente de su condición, aceptándose a si mismo con naturalidad, incluso por su comportamiento y la forma de relacionarse con los demás personajes, da a entender que es inteligente, es más, las reflexiones que se plantean durante el metraje le confieren cierta ternura.

Es uno de los punto fuertes de la película, Lynch la filma en blanco y negro, eso le confiere entornos más ásperos debido a la falta de cromatismo y, le permite en ciertos momentos jugar con las sombras para construir planos con fuerza y carácter -similar a películas clásicas como Nosferatu, cuyo uso del blanco y negro venía impuesto por la tecnología de la época-. De esta manera es capaz de presentar al personaje de John como una figura diabólica (Nosferatu) pero gracias a la habilidad para desarrollar diálogos, y con el uso de tramas que son injustas para el personaje principal, el espectador es capaz de conectar y empatizar con John.

Sin duda estamos ante una obra maestra capaz de influir tanto en la trama como en su manera de hacer a generaciones futuras, una de las obras magnas de David Lynch.