Crítica de El bar por Migatoyyo

Redactada: 2017-08-08
Alex de la Iglesia no deja indiferente, cada película suya es riesgo puro, pues siempre evita mantenerse en las zonas de confort, dispuesto a adentrarse en el esperpento con tal de llevar al espectador un paso más allá en su reflexión. En cada película nos enfrentamos a la cara más oscura del ser humano, De la Iglesia nos obliga a decirnos, "no, yo no soy así", pero de pronto un personaje se vuelve hacia nosotros y nos dice directamente: "soy como tú, como él y como todos" y entonces piensas que si has reconocido cosas de un amigo, de un primo, de tu cuñao, igual alguien ha reconocido cosas tuyas también. Y en ese análisis hay mucha decepción, rara vez sale lo mejor de nosotros; con mucha más facilidad vemos reflejadas en el espejo nuestras deformidades, como nuestros miedos cercan a nuestras virtudes y el cristal acaba reflejando monstruos. El Bar tiene mucho de ellos, con un McGuffin estupendo que ahonda en la sensación que cada vez está más presente en nuestras sociedades de que estamos indefensos frente al Estado, que se ha deteriorado tanto ese contrato social que estamos solos y dependemos de nosotros mismos. Pero De la Iglesia deja un espacio para la esperanza, sus personajes, al menos cuando ya lo tienen todo perdido buscan un resquicio de dignidad, sabiendo que esa dignidad es nuestro punto máximo de heroísmo. Por eso merece la pena ponerse delante de una película de Alex de la Iglesia: no pagas por dos horas de entretenimiento, pagas por varios días de reflexión.
Guion
Banda sonora
Interpretación
Efectos
Ritmo
Entretenimiento
Complejidad
Sentimiento
Duracion
Credibilidad
Fotografía
Dirección

Valoraciones en tu crítica:

Comentarios

Todavía no hay comentarios