Crítica de Dos Buenos Tipos por Obscuritas

Ahora que ya sé que el director de Dos buenos tipos es el mismo que el de Kiss Kiss Bang Bang tiene mucho sentido. Y es que es innegable cuánto tienen en común, o cuánto bebe esta de aquella, si no fuera porque a su vez son muy diferentes, casi podría parecer un remake, pero en realidad es un intento de repetir la fórmula para un nuevo público y con actores más conocidos de lo que lo eran los otros protagonistas en su momento.

Russell Crowe y Ryan Gosling son una de esas parejas de cine de lo más curiosas, que a priori no pegan ni con cola pero que resultan tener una química muy buena y que da lugar a momentos muy divertidos por la personalidad de ambos personajes, y por lo torpes que resultan. Son dos detectives que comienzan investigando un caso muy concreto pero que terminan metidos en más de un problema, que parece que les persiguen, y a su vez teniendo demasiada suerte con sus hallazgos, contra todo pronóstico. Y lo que en un principio era un caso, terminan siendo varios, o lo que eran varios al final resulta ser sólo uno, porque puede que todo esté más relacionado de lo que parecía.

Una historia muy entretenida con unos protagonistas que dan mucho juego y pie a muchos momentos divertidos, la verdad es que me río un montón cada vez que la veo. Y mientras Kiss Kiss Bang Bang se inspiraba en el cine negro, esta lo que tiene bastante negro es el humor, en realidad no es una comedia al uso. La ambientación setentera también es algo a destacar, hace que de verdad parezca una buddy movie de la época, con una fotografía muy colorida en algunos momentos.

Muy recomendable para un rato entretenido y echarte unas risas. Una pena que parezca que no va a haber una secuela, me habría gustado verla.