Crítica de Buscando a Pauline por Catham

Película que intenta navegar por las turbulentas aguas del drama familiar y la controversia de la maternidad subrogada., refleja una ejecución que, aunque no carece de mérito, tampoco logra destacar.

La película nos cuenta la historia de Joseph, interpretado por el veterano Fabrice Luchini, cuyo hijo y su pareja fallecen en un trágico accidente, dejando tras de sí la incertidumbre sobre el destino de su bebé por nacer, concebido a través de un vientre de alquiler. La premisa es, sin duda, emocionalmente cargada y promete un viaje lleno de introspección y dilemas morales.

Sin embargo, se queda corta en su entrega. La película flaquea y se dispersa en momentos que buscan ser emotivos pero que resultan forzados. La dirección de Nicloux muestra destellos de habilidad, pero en conjunto, la película parece perder el foco de lo que podría haber sido una poderosa exploración de la paternidad y la pérdida.

Luchini, cuya actuación es siempre digna de elogio, ofrece una interpretación sólida, pero el guion no le ayuda a brillar. Su personaje, Joseph, se siente subdesarrollado, y la relación con la madre subrogada, interpretada por Mara Taquin, carece de la profundidad necesaria para involucrarte en la película.

Visualmente, la película no ofrece nada particularmente notable. La cinematografía es competente, pero no memorable, y la banda sonora pasa desapercibida, perdiendo la oportunidad de acentuar las emociones de la trama.

La película que podía haber tenido potencial de ser una obra conmovedora y significativa, pero que lamentablemente no cumple con las expectativas. Es una búsqueda que, aunque bienintencionada, no logra encontrar su camino ni dejar una impresión duradera en tú retina.