Crítica de 20.000 leguas de viaje submarino por DanielGL

La película de 20.000 leguas de viaje submarino es una adaptación de la novela del mismo nombre del gran Julio Verne, uno de los padres de la ciencia ficción.
Hecha a mediados de los años 50 del siglo veinte esta película cuenta sin duda con un gran reparto de los que destacaré a James Mason como el capitán Nemo y a Kirk Douglas como Ned Land, y que es además el perfecto ejemplo de cine de aventuras de esta época del Hollywood clásico.
La verdad es que cuando de niño vi esta película me encantó, y ahora de adulto sigo pensando que es una buena película, siendo interesante también ver como se las ingeniaban para hacer este tipo de películas entonces cuando no se tenían los efectos especiales que tenemos ahora.
Por todo eso no dudo en recomendarte este filme, sólo te daré un consejo para que puedas disfrutar más de esta película y es que por un momento olvides todo lo que sabes hoy y trates de mirarla con los ojos que la miraría un sorprendido lector del siglo XIX cuando se hallara frente a las páginas de un libro tan fascinante como lo es 20.000 leguas de viaje submarino y entonces creo que es cuando la disfrutarás verdaderamente.
En cuanto a la trama nos encontramos en 1870, una época en la que corren diversos relatos de marineros que aseguran haber visto un monstruo marino gigante al sur del Pacífico, por lo que los Estados Unidos deciden fletar un buque de guerra para destruir a aquella bestia que al parecer altera la tranquilidad de los mares.
Pero lo cierto es que cuando el monstruo los ataca de nada les sirve todo su poderío bélico para evitar el desastre y son finalmente hundidos por la bestia.
Pero sorprendentemente tras el hundimiento del buque, los tripulantes de este son rescatados por el propio monstruo, que resulta ser una especie de extraño buque capaz de sumergirse en el mar, algo inédito e imposible hasta entonces.