Una película soberbia y contemplativa sobre los amores de verano de dos chicas jóvenes. No es una comedia sentimental para adolescentes, sino más bien una historia sobre dos chicas solitarias que se enfrentan a sus familias de maneras diferentes. Es lenta, pero no tonta. La dirección embellece maravillosamente cada plano. Una se busca a sí misma junto a un hermano iluminado o peligroso, y la otra no parece feliz en una familia fría y burguesa. La única verdadera decepción es el final, demasiado bueno (aunque no sea un final feliz) para mí en cualquier caso. Pero el hecho de que evite los planos demasiado eróticos y favorezca una especie de poesía inquietante se gana nuestro favor.

Amor adolescente y problemas mentales.


Una grata sorpresa comenzando con la filmografía de Pawel Pawlikowski, reciente ganador del premio a mejor director en Cannes por su última obra "Cold War".

"Mi verano de amor" a primera vista resulta interesante, mejor película británica por los BAFTA compitiendo contra películas como "Harry Potter y el prisionero de Azkaban", y además cuenta con Emily Blunt como una de las protagonistas. Sólo 1.7 millones de presupuesto. ¿Qué cabía esperarse?

Una grata sorpresa en toda regla, una obra con una fotografía bastante bonita y con un ritmo narrativo acertado. Algunos han considerado que es un ritmo lento, sin embargo, a mí no me lo parece pues no paran de ocurrir cosas en todo momento, la duración es de solo 86 minutos pero parecen bastantes más por todo lo que consigue contar.

Otro de los aciertos se encuentra en la construcción de las protagonistas: Mona es una pueblerina que vive con su hermano, antiguo ex reo, con un nivel cultura bajo y harta de su situación. Una bala perdida, sin rumbo ni destino.
Tamsin, por el contrario, veranea en una mansión, tiene un gran nivel cultural y una gran falta de atención por parte de sus padres.

Ambas con sus problemas psicológicos en la época adolescente se conocen y se enamoran. Es una relación que les sirve como refugio y les permite huir durante ese verano de sus realidades.

Es una película que se disfruta durante toda su duración, el final para mí es todo un acierto, ¿qué otra cosa cabría esperar teniendo en cuenta la personalidad y el carácter de las protagonistas?
Termina el verano y llega la realidad.

Como dice Ruthe Stein: "abarca tanto que sentirás que has pasado toda una temporada con estos personajes tan fascinantes".

Una pequeña joya desconocida, totalmente recomendada.

Pues se supone que ya había visto esta película en algún momento de mi vida pero no me acordaba de nada y ahora entiendo el por qué. Es una de esas películas que tiende a ser olvidable, no porque esté del todo mal sino más bien porque no está del todo bien. Cuenta algo bastante visto, aunque la frescura viene de que se trata de un romance entre 2 chicas (por eso la vi, vamos a ver, una se traga cualquier cosa con tal de que sea sáfica). Desde el primer momento las 2 protagonistas tienen una química/no-química que se percibe algo turbia, como si hubiese algo que no encaja, y que evidentemente tiene su sentido ***contenido con spoilers***

Mona es como la típica choni inglesa de pueblito inglés profundo y Tamsin es la niña rica de internado con family issues que pasa las vacaciones de verano en el pueblo. Empiezan a pasar tiempo juntas y a desarrollar una atracción creciente. ¿Me ha gustado? Pues ni fu ni fa, es floja y no me ha gustado nada la subtrama con el hermano que ha recibido de repente la iluminación divina y ***contenido con spoilers*** Muy turbio, no me ha gustado, me ha dejado mal cuerpo.

Al final las sáficas no podemos tener ni un drama bonito, que tiene que tener su dosis de perturbación mental por lo que sea. Poca cosa que rascar en positivo.

Antes de romper el corazón de miles de cínéfilos con su ‘Cold war’, Pawel Pawlikowski firmaba una película sáfica, bastante indie y con muy mala leche. Más que por el polaco, ‘My summer of love’ parece una obra dirigida por Lars von Trier y es que, desde el primer minuto, puedes sentir esa deprimente, turbia y espesa atmósfera que parece rodearlo todo. La historia nos presenta a Mona y Tamsin, dos adolescentes completamente diferentes la una de la otra que cruzan sus caminos. Mona procede de un hogar desestructurado, con un hermano reconvertido a la religión tras años de prisión; en cambio, Tamsin es una niña rica a la que no suelen prestar mucha atención. Con estéticas opuestas (la choni pintada como una puerta y la pija con caballo propio) y aunque sean como el agua y el aceite, las une la falta de amor y comprensión de su entorno, así que ambas se entregarán a un amor de verano que las marcará más allá de lo imaginable. Y es que los amores pasajeros, esos que pensamos que olvidaremos en un abrir y cerrar de ojos, terminan marcándonos más de lo esperado.
La obra en sí consigue captar el interés del espectador con ese juego entre las dos protagonistas, su magnetismo y esas miradas hipnóticas, pero no deja de ser la historia de una pasión con más oscuros que claros y con el típico final ***contenido con spoilers***

Yorkshire no fue un gran lugar para las hermanas Brönte y más de doscientos años después, sigue siendo un lugar complicado para ser una chica joven y delulu que quiere pasar un verano idílico.