A través de la animación, el director ha creado un mundo a la vez poético y surrealista contando la historia de un padre y un hijo que viven en una casa sujeta por cables a un acantilado en las montañas; fabrican hielo gracias a la temperatura baja de la noche y lo entregan en el pueblo del valle donde se lanzan en paracaídas a diario. Un día, el hielo no se forma por la noche y empiezan los problemas. Una historia breve que aborda muchos temas el dolor, los recuerdos, la pérdida, el amor, la angustia, los problemas ambientales, la esperanza ...
Información y Valoraciones
Críticas destacadas
El corto va de menos a más, al principio no estaba entendiendo nada, no sabía cuál se suponía que era el objetivo o qué me quería contar, pero luego poco a poco vas entrando en la historia. Y aunque es otro corto más acerca de cómo nos estamos cargando el mundo, yo me quedo con la otra parte, la parte más dramática y más personal.
Y es que sentía que estaban intentando provocar algún tipo de sentimiento o reacción con lo de ***contenido con spoilers*** pero que no podía sentir nada más que indiferencia porque no me habían contado nada al respecto, por mucho que quedara bastante claro lo que había pasado ahí, pero sin más. Pero luego ya la cosa cambia, y también justifica el hecho de que todos los días ***contenido con spoilers*** , que me estaba poniendo muy nerviosa, pero viendo lo que ocurre al final con eso me ha gustado bastante, y ver la sucesión de colores y lo que eso significa.
De no estar gustándome nada al principio, al final me ha parecido muy bonito.
Valoraciones en tu crítica:
Visualmente es una historia preciosa. A nivel artístico es simplista en el dibujo y efectista en los colores, y con la ayuda del sonido ambiente consigue transmitir la sensación de frío y aislamiento.
Sin diálogos y sin otro sonido que el ambiental y música suave, se percibe la fuerte relación entre padre e hijo, acrecentada por el fuerte simbolismo de la taza, los gorros y los colores, donde cada color representa un personaje.
Valoraciones en tu crítica:
En Vendedores de hielo, tenemos un corto de animación dramático.
Un padre y un hijo, pican hielo de la montaña, desde su casa en lo alto, para lanzarse en paracaídas todos los días y vender cubitos en el pueblo.
El corto tiene una animación muy sencilla, o básica, casi como si nos estuvieran contando un recuerdo, y en muy pocos minutos tiene varios detalles que nos cuentan mucha historia detrás de nuestros protagonistas. Tiene su punto dramático y su punto emocionante, en menos de 15 minutos de metraje.
Muy completo, está bien.