Críticas de Un domingo cualquiera

Un domingo cualquiera es un drama deportivo protagonizado por Al Pacino, Jamie Foxx y Cameron Díaz, entre otros. Dirige Olvier Stone.

La película sigue la temporada de los Tiburones de Miami, un equipo de fútbol americano en el que se avecinan cambios y que parece haber perdido el rumbo de la senda ganadora. Un veterano entrenador que adora la ética de este deporte, un joven y ambicioso quarterback y la nueva propietaria del equipo, son algunos de los pilares de esta historia que sigue domingo a domingo la temporada de los Tiburones.

Oliver Stone nos trae su particular punto de vista de este deporte, y nos mete en un mundo en el que el dinero es lo más importante, en el que el ego y el respeto también ocupan importantes lugares, aunque no para todo el mundo. También trata de ofrecernos con algunos adornos los diferentes posibles dramas humanos detrás de este deporte, lo que en ocasiones proporciona los tramos más irregulares a la cinta, pero luego volvemos a los partidos, la brutalidad, la velocidad, la intensidad, el sacrificio... en una historia con su línea principal, pero con muchos frentes abiertos en torno al equipo de los Sharks.

El tono predominante es el drama, pero también incorpora momentos a cámara lenta y no tan lenta de jugadas, de los golpes, del ruido del estadio, de la música que ya parece ligada a este deporte. Discursos éticos o de pasión deportiva son también algunos elementos que incluye la cinta. Pero también mucho fantasma, mucho deportista con el ego por las nubes cuyo principal interés es el cheque.

De esta forma nos cuenta una historia a la que pocos elementos relacionados más se le pueden incorporar.
Personalmente la película me gusta, y este deporte también, lo cual ayuda. Cada X años me dejo caer por aquí, especialmente tras una Súper Bowl.

Creo que está bien. A secas. Representa muy bien un deporte, como es el fútbol, en el que el trabajo en equipo lo es todo y donde los jugadores tienen una presión enorme por parte de todo el mundo.

Ahora, no creo que sea un peliculón. No transmite el sentimiento que me he encontrado en muchas otras películas de temática deportiva. Literalmente el mejor momento de la película es el discurso de Al Pacino antes del último partido y eso es indiscutible. El resto, en general, me ha parecido bastante plano.

Además, para mi gusto, se alarga porque se centra demasiado en las fiestas y todo lo que ello conlleva, cuando podrían haber desarrollado la parte personal de varios de los jugadores, por ejemplo.

Finalmente, hay una cosa que sí que no me ha gustado absolutamente nada y es el trato a los personajes femeninos en esta película. Hay 3 tipos de mujeres: Cameron Díaz que tiene que ser una loba mala en un mundo de hombres; pareja de un jugador y, por tanto, una loca (la discusión que tienen Vanessa y Willie, en fin), una idiota (las mujeres que saben que sus maridos les ponen los cuernos y "tan tranquilas") o una aprovechada (la esposa de Cap, que cuando le dice que quiere dejarlo, básicamente le suelta que, si no es un jugador, no es nadie); una zorra o una prostituta.

Entonces bueno, no puedo decir que no me haya gustado porque se deja ver, es entretenida, pero tampoco es una película que le vaya a ir recomendando a todo el mundo, eso seguro.