
Aurore Broutin
The Educator
¿En qué sueñas cuándo tienes 16 y llegas a un resort al lado del mar en Normadía en los 80? ¿En un mejor amigo? ¿En un pacto adolescente de por vida? ¿En ir de aventuras en bote o motocicleta? ¿En vivir la vida al máximo? No. Sueñas con la muerte. Porque no hay nada más grande e importante que morir. Y por eso lo guardas para el final. Las vacaciones de verano recién comienzan, y esta historia narra como Alexis creció y maduró en esos meses.
Verano del 85. Época de rebeldía, tiempo de cambio y año en el que The Cure lanzaban su sencillo 'In Between Days', tema principal con el que François Ozon, adaptando libremente la novela 'Dance on My Grave' de Aidan Chambers, acompaña a este melancólico coming-of-age sobre el despertar sexual, el primer amor y lo mucho que solemos aferrarnos a su recuerdo. La idealización del romance adolescente desde la cándida mirada de Alexis y David, dos jóvenes con formas totalmente opuestas de entender el amor pero, a su vez, unidos por esa incontenible y efervescente pasión de quienes están empezando a descubrir el mundo. Podría ser la enésima revisión del tan explorado amor juvenil de no ser porque uno de los protagonistas, justo al comienzo de la película, ya nos adelanta el carácter trágico de una historia cuya narración fragmentada, alternando continuamente entre pasado y presente, nos irá llevando tanto a través de esos primeros compases del deseo como, a su vez, del dolor que supone enfrentarse a aquello que una vez fue y ya nunca más será.
Considerada como la respuesta francesa a 'Call Me by Your Name', Ozon toma todo el ardor de esa relación y la viste de cierto tono melodramático que, aun evocando a la mencionada cinta de Luca Guadagnino, no sirve más que como mero catalizador para su particular reflexión sobre el duelo y la pérdida. Como ya hiciera en 'Dans la maison', el director francés utiliza la escritura, aquí reflejada en la carta con la que el protagonista nos narra la historia, no solo para retratar su poder reparador, sino también su capacidad para reescribir los recuerdos y, en consecuencia, la propia personalidad. A través de esas páginas que discurren entre la fría realidad del hoy y la nostálgica visión del ayer, enmarcado dentro de ese verano que Ozon rescata a golpe de música ochentera y filtros granulados, la película nos invita a un delicado canto a ese amor juvenil, tan volcánico e impredecible como la propia adolescencia, que tanto idealizamos en nuestra memoria pero que, pese a todo, define lo que somos ahora. Y es que veranos hay muchos, pero amores que marcan, por suerte o por desgracia, solo unos pocos.
Empiezas la peli pensando que vas a ver una bonita historia de amor de verano, pero lo primero que hacen es situarte de una forma super trágica en que David está muerto y Alex no sabemos por qué tiene que explicar alguna movida a los jueces. Esto, así de inicio, no aventura nada bueno. Luego veremos el desarrollo de su relación, todo muy rápido y apasionado, buena química y todo eso... Pero. Ay, un gran pero: No soporto a David.
Vamos por partes. David es algo mayor que Alex (por lo que entiendo) y tiene esta energía un poco más de fuckboy rebelde amante de las experiencias sin pararse a pensar mucho en las consecuencias. A Alex el atractivo de David le entra fácilmente por los ojos así que lo que yo he sentido es que David se aprovechaba un poco de él para llevárselo al huerto, aunque solo sea porque es evidente que existe una desigualdad en su relación (el chaval con más experiencia que le descubre el amor y el sexo al joven twink totalmente embelesado por él). Mi sensación constante ha sido esa, como que David jugaba mucho con él sin importarle demasiado los sentimientos de Alex, que estaba enamorándose a nivel hardcore y que le diría a cualquier cosa que sí. No he tenido la sensación de que David lo haya visto como la persona que es, de hecho, hay varios momentos en los que le dice que le va a cortar el pelo o le quiere comprar ropa nueva como si buscase cambiarle el estilo y convertirlo en alguien que no es. Me ha incomodado mucho, veo cierta manipulación. ***contenido con spoilers*** Es que qué hostia tiene... Para mí David es una persona profundamente egoísta y me ha generado una inmensa repulsa.
Como si no fuese suficiente ***contenido con spoilers*** A todo esto, el cine francés tiene serios problemas con esos extraños trasfondos pedófilos/efebófilos que se ven en sus pelis (estoy hablando de una escena en concreto que espero que sepáis cuál es), se lo tienen que hacer mirar mucho. Y bueno, por el medios nos meten más background contándonos que David echa de menos a su padre muerto (eso no lo exime de ser gilipollas, pero ok) y que Alex está obsesionado con la muerte. Esto último no lo he pillao del todo porque si no fuese por 2 veces que lo mencionan no hay nada que lo indique, es como un rasgo de personalidad que meten porque sí para hacer al personaje más "extraño" y conectarlo con el final de la peli. Que por cierto, ya me ha terminado por enervar del todo la película cuando Kate le dice a Alex ***contenido con spoilers*** ¡Tócate los huevos! No, si ahora David no tendrá culpa de nada...
No digo yo que no haya momentos bonitos, de hecho los hay: escenas tiernas de un amor de verano joven donde te crees de verdad que se quieren y que David no está haciendo solo lo que le sale de los huevos sin pensar en los demás. Me ha dado todo muchísima pena, porque Alex va a tener cicatrices de por vida solo porque a David se le antojó pasarse por la piedra a un twink. Ya me jodería.
La típica historia de amor de verano de juventud entre dos chicos, donde el protagonista va narrando desde un principio lo que pasará en el final de la película jugando con la anticipación y de esa forma dejarte con ese enigma durante toda la película.
El ritmo de la misma es muy acorde entretiene no se anda con rodeos y han sabido administrar el tiempo sin correr al final como suele pasar muchas veces. Una pega que le puedo dar es que en ocasiones si es verdad que me perdía sobre todo a final si estaba en el presente o en el pasado.
La quintaesencia del amor de verano, breve pero intenso, en una interesante película a cargo de la sensibilidad de François Ozon. Se palpa la delicadeza que el director impone a sus personajes a lo largo de su tumultuosa relación, añadiendo además el extra del autodescubrimiento adolescente y el florecer de nuevos sentimientos desde el punto de vista que otorga su condición de cine de temática LGTB, aunque pierde fuelle en un tramo final algo alargado y con ciertas decisiones de guión algo cuestionables.
Encomiable esfuerzo, pese a todo, para una sutil mirada hacia los conflictos de la adolescencia y sus caprichosas decisiones.
Los derechos de propiedad intelectual de las críticas pertenecen a los usuarios que las han realizado y al portal Palomitacas. Para utilizar alguna crítica, debes obtener el permiso expreso de su autor o ponerte en contacto con nuestro servicio de soporte. Palomitacas.com no tiene relación directa con los directores, productores, ni otras entidades asociadas a las películas o series mostradas en esta web. Toda la información y materiales visuales son suministrados por TMDb, conforme a sus términos de uso. El copyright de los pósteres, carátulas, tráilers, fotogramas, bandas sonoras originales (BSO), logotipos, imágenes promocionales, retratos o fotografías de DVDs, Blu-rays, VODs, personas, o Networks pertenece exclusivamente a las respectivas productoras, distribuidoras, o titulares de derechos. Si alguna parte interesada desea que eliminemos contenido, puede contactarnos y atenderemos su solicitud de inmediato.