Quizás a primera vista no lo parezca, pero 'Las golondrinas de Kabul' es, ante todo, una historia de amor. No de amor en el sentido clásico y romántico del término, sino en uno mucho más amplio del mismo. Amor por el prójimo, por la libertad y, especialmente, por la dignidad humana. Amor en tiempos de guerra. En tierra de conflicto. Amor desde el punto de vista de dos parejas afganas, ambas de distintas generaciones, cuyos caminos se entrecruzan en la convulsa Kabul de finales de siglo. Un período de represión, violencia y continuas vejaciones a los derechos de la mujer que la película, haciendo uso de la animación como medio para narrar tan desgarradora historia, nos muestra desde los fugaces destellos de humanidad que todavía asoman entre la barbarie. El relato se tiñe de dolor, sufrimiento e injusticia, pero también de la esperanza de todas esas mujeres, presas del integrismo islámico, que admiran a las golondrinas a través de sus ventanas y sueñan, no sin cierto recelo, con el día en que puedan compartir con ellas su vuelo en libertad.

Zabou Breitman y Eléa Gobbé-Mévellec toman esa premisa y, en contraposición a la enorme crudeza de los hechos aquí narrados, la transforman en un pequeño relato de suaves tonos pastel, fondos de acuarela y trazos difuminados. Casi a modo de trágica y hermosa metáfora, las pinceladas van perfilando cada una de las formas inacabadas de una Kabul también incompleta; en ruinas tras la destrucción causada por una guerra civil cuyas inabarcables consecuencias, aún patentes en la actualidad, desdibujaron la identidad de miles de mujeres que quedaron reducidas, al igual que esas sutiles líneas que nunca llegan a definirse por completo, a meros esbozos inconclusos. Duro y a la vez poético retrato de una realidad triste, injusta y emocionalmente devastadora, pero que, sin duda, tenía que ser contada. Ya no solo por servir como valiente acto de denuncia o como necesario canto a la libertad, sino, sobre todo, por rendir un más que merecido homenaje a todas aquellas golondrinas, víctimas del fanatismo religioso más radical, que jamás volvieron a volar.

Las golondrinas de kabul reflejan la cruda y dura realidad que se vivio y se vive en kabul de forma magistral por medio de sus personajes, nos muestra hasta donde es capaz de llegar el fanatismo religioso y el terror del dominio taliban sin olvidar el amor en tiempos de guerra asi como la esperanza de un mundo mejor en cuanto a su animacion al principio choca un poco quiza por no estar acostumbrado a esos diseños pero creo que al final es un acierto y la hace tan especial