Separada de su marido, Sarah cría sola a su hijo Chris en una casa aislada en el corazón de un bosque irlandés. Entre un viejo vecino espeluznante y un enorme cráter en medio del bosque, la estabilidad mental de Sarah se pone a prueba, cuando empieza a notar el comportamiento cada vez más extraño de Chris... El estrecho vínculo entre una madre soltera y su hijo es uno de los temas favoritos de las pequeñas películas de terror psicológico. A primera vista, se podría perdonar a "Bosque Maldito" por seguir los pasos de una serie de películas que han utilizado este tema - la sombra de la australiana "Babadook" planea sobre la ambivalencia de esta relación madre-hijo irlandesa - pero, en realidad, es más el folclore en el que se basa lo que podría darle un serio aire de déjà vu. Obviamente, no puedo decir demasiado por miedo a estropear la sorpresa, pero una serie de largometrajes recientes también han resucitado esta leyenda de diversas formas en la gran pantalla (en particular, un compatriota de Lee Cronin en 2015, pero más en el tono de una película de supervivencia) y, si ya has visto uno de ellos, “Bosque Maldito” podrías comenzar con una desventaja considerable en lo que respecta a los giros y vueltas. Es muy probable que entiendas de qué vas mucho más rápido que un neófito en la materia (que, sin duda, quedará completamente desconcertado, ya que aquí no se explica nada sobre los elementos que componen este mito), pero ten por seguro que, aunque creas pisar terreno conocido con “ Bosque Maldito”, la película conseguirá demostrar la pertinencia de su metafórica-horripilante propuesta.
En cuanto a su guion, “ Bosque Maldito” demuestra una solidez ejemplar. Con su primer plano, en el que la madre observa a su hijo disfrutando de sus reflejos en un espejo deforme, la película plantea todos sus futuros retos en unos pocos segundos. Algo se torcerá rápidamente en esta relación, pero ¿provendrá de una forma de angustia psicológica por parte de Sarah o de una otra causa ?
El padre nunca estará físicamente presente en la historia, pero su sombra siempre estará ahí, a través de unas palabras no pronunciadas que evocan un pasado doloroso, una cicatriz que no se cierra... y a Chris. Le guste o no, Sarah tiene que convivir con alguien que le recuerda constantemente al hombre del que huyó, y cuando su hijo empieza a adoptar actitudes y comportamientos hasta entonces desconocidos para ella, es el padre en el hijo el que vuelve a despertar y el que, a su vez, perturbará a la joven.
Durante buena parte de su metraje, los sucesos extraños pueden multiplicarse, pero “Bosque Maldito” logra sutilmente equilibrarse en el filo de la locura y la fantasía, la dirección traduce visualmente sin cesar el creciente desequilibrio de la madre, cada vez más segura de que su hijo ha cambiado, al tiempo que subraya su extrañeza. Como símbolo de este enfoque, en un momento en el que todo podría inclinarse hacia un lado u otro, la cámara prefiere deliberadamente apartarse de una prueba que podría confirmar/desmentir las afirmaciones de Sarah demasiado pronto. E incluso cuando la película se decanta definitivamente por un bando, nunca se olvida de subrayar el impacto de esta lucha del estado emocional de esta madre que inevitablemente se ve confrontada a la parte de sí misma que se niega a curarse del pasado. En este sentido, el acto final, lo más angustioso posible, revela lo justo sobre la naturaleza del enemigo al que hay que enfrentarse, sin excederse nunca en las demostraciones, como para subrayar el predominio del personaje ante una prueba incomprensible...
Y luego, en su misma vocación de mantenernos pegados al sofá, “Bosque Maldito” tiene algunos momentos realmente espeluznantes. Lejos de la tendencia dominante basada en la abundancia de jumpcares, la película prefiere apoyarse inteligentemente en una atmósfera asfixiante, tanto por su ambientación, donde los tonos blanqueados del bosque parecen reflejar siempre la depresión latente de la heroína, como por el hecho de que nunca se aleja de la espiral paranoica de su protagonista, gracias en particular a las visiones muy eficaces que transmiten el miedo a que la violencia de su hijo se apodere de él. De este modo, "Bosque Maldito" nos atrapa cada vez más en la mirada preocupada de Sarah, hasta que ésta sobrepasa y contagia todo lo demás, dando al espectador la impresión de que él también es cautivo de esta situación. La excelente interpretación de Seána Kerslake es una importante aportación cualitativa al éxito de la película.
Así que sí, a primera vista, "Bosque Maldito" parece llegar un poco después de la guerra, mezclando el espíritu de "Babadook" con una leyenda recientemente retomada por otras películas, pero el primer largometraje de Lee Cronin supera rápidamente esta aprensión y hace oír su propia voz centrándose en los ojos de una madre aterrorizada por un hijo al que ya no reconoce. Perfectamente construida en todos los sentidos posibles, "Bosque Maldito" es quizás la película que mejor aprovecha este mito, tanto en términos de horror como de maestría metafórica. Además de su corta pero realmente asombrosa duración (parece que todo está dicho para bien en el espacio de 1h30), sólo puedo aconsejarte que vayas a echar un vistazo a lo que se esconde en este bosque...

¡Ahí, ahí!

Bosque Maldito, es una película de terror juvenil floja. La historia se centra en Sarah y su hijo pequeño Chris. Ambos se mudan a una casa de lo más apartada, en un pueblo de lo más recóndito. Un día, mientras juegan en el siniestro bosque que rodea la casa, el niño cae en un agujero y desde ese momento empezará a comportarse de una forma bastante extraña.

El concepto en sí de la película ***contenido con spoilers*** no está nada mal, pero el desarrollo es bastante pobre y no termina de funcionar. Uno de los principales problemas que encuentro es que carece de la acción, emoción y tensión necesaria para mantener perplejo al espectador durante toda la película. Otro error a mencionar sería la escasa información que aportan sobre los acontecimientos; no dan una explicación y quedan muchas dudas en el aire sin resolver. Y para concluir la faena tienes ese final tan trillado y previsible que te deja prácticamente indiferente.

Ni la recomiendo, ni la volveré a ver.

Terror atemperado, carente de sustos inherentes a este tipo de género, previsible y simple. Y no, no la firma el realizador hindú Shyamalan, aunque dé esa impresión. .EFÍMERA. .1 sobre 5. ..PICARD..

La ambientación está muy bien, y en realidad te mantiene enganchado gran parte de la película, queriendo saber más. Sin embargo, ese final deja mucho que desear, y al final la historia no nos proporciona información relevante sobre lo que ocurre. Está entretenida, pero no busquéis demasiado en ella.