Críticas de A 47 metros

Desde que vi "Tiburon" siempre me han atraido las peliculas de tiburones y aunque ninguna llega a su nivel si que he visto desde peliculas que estaban bastante bien hasta autenticos bodrios. Esta, la enmarcaria en el primer grupo. El comienzo no es muy original: chicas que se van de juerga y buscan hacer algo diferente a lo cotidiano, amenizado con conversaciones bastante tontas.

Luego llega lo bueno, cuando se embarcan en la aventura. A la vez que ellas entran en la jaula, nosotros nos adentramos en 1 h donde vas a estar entretenido y lleno de tensión, durante el resto de la pelicula. Tendremos algun susto que nos acelerara el corazon pero sobre todo nos identificaremos tanto con los personajes, que casi nos hara querer mirar cuanto oxigeno nos queda en la botella o mirar nerviosamente hacia los lados por si tenemos algun tiburon cerca

Para pasar el rato pero nada nuevo sobre tiburones.

La hermana pobre de "Infierno Azul" resulta un thriller angustioso donde se hace virtud de cada carencia, resultando una película muy entretenida, tensa y claustrofóbica.

Insípida. 2 buenorras atacadas por tiburones. Los momentos de entretenimiento son pocos, la tensión apenas se nota y se deja ver porque dura poco

Es una película de tiburones con mucha tensión y muy entretenida me a gustado mucho la volvería a ver.

Una película más de tiburones que está bastante bien dentro del género. Destacar la atmósfera agobiante de alguien que está sumergido en el mar sin ningún tipo de ayuda, rodeado de un tiburón que quiere comerte. Si os apetece ver algo decente sobre tiburones, para recomendar.

Aunque se queda un poco corta en cuanto a calidad, A 47 metros está a la altura. No está mal, se podría decir. La presentación de las dos heroínas se reduce al mínimo y se lanza a la pantalla de cualquier manera (vacaciones-revelación de la ruptura-fiesta-hacemos amistad con dos lugareños-unos minutos de vacilación en el barco- accidente- tiburones) y no hay tiempo para tomarse un respiro, la película añade una sensación de claustrofobia con sus dos hermanas cautivas, una cuenta atrás inexorable hacia el agotamiento de las reservas de oxígeno y el miedo al vacío que provocan las profundidades marinas. Es mucho para un largometraje, quizá incluso demasiado, ya que la película de Johannes Roberts rara vez cumple sus escalofriantes intenciones en todos estos aspectos. Si bien es cierto que se disfruta viendo a los tiburones, siempre filmados como manifestaciones malignas de las películas de terror (aparecen absolutamente de la nada y gruñendo como polillas, esos bichos malditos), y la asombrosa condición de las heroínas, que genera inevitablemente un fenómeno de identificación, la historia de " A 47 metros" tira demasiado a menudo de grandes hilos narrativos como para sorprender realmente. Más allá del comienzo sin aliento, la película se esfuerza por mantener una tensión constante en torno al destino de estas dos hermanas, ahogándose en diálogos manidos, recursos argumentales facilones y algunas incoherencias disparatadas: barras de oxígeno que desaparecen en un disparate total de tiempo (una de las hermanas pierde quince en cinco minutos mientras que la otra tarda más de veinte minutos en perder el mismo nivel a pesar de esforzarse tanto o más, ¿?) y ascensos a la superficie para comunicarse de duración igualmente aleatoria. Lamentablemente, esta falta de credibilidad mata a menudo nuestro apego al destino de las dos heroínas, que necesitaban una buena dosis de realismo, sobre todo porque las actrices que las interpretan y su carisma combinado no están a la altura del toque de Infierno Azul, para que se hagan una idea. Como resultado, a pesar de algunas buenas ideas aquí y allá, “ A 47 metros" es más a menudo involuntariamente divertida que cautivadora. Y no es esta última parte, que coquetea con el disparate general y que un giro final (horriblemente previsible porque la película insiste constantemente y sin sutileza en un hecho determinado) intenta por todos los medios borrar, la que compensará esta impresión de haber asistido a un espectáculo perfectamente anecdótico que, sin embargo, consiguió seguir siendo entretenido hasta su final. No está mal, pero las hay mejores.

Volvemos a otra película de tiburones que como podemos ver, no hay mucha innovación en este “género”. Pues ha llegado a ser muy quemado, sobre todo para las productoras de serie b, que han realizado un gran trabajo en donde hemos visto a estos animales de distintas formas e incluso en algunos casos hasta con poderes.

Aunque como si habéis visto el tráiler antes de ver la proyección de la película, sabemos de sobra que ha sido creada para transmitirnos un sentimiento un tanto diferente a lo que solemos sentir en las películas de “miedo”. Y es la agonía que pasan los dos personajes de esta historia aterradora.

Pero por mucho que os gusten estas películas no todo es bueno, pues el ritmo de la película es un tanto lento y hace que nos aburramos al principio. Aunque según vamos avanzando la cosa se pone cada vez más tensa hasta llegar al final de la película, que terminará por impactarnos y sorprendernos a todos sin duda alguna.

Los efectos y el montaje de nuestros amigos los tiburones están realmente bien hecho, sin verse del todo ese CGI horrendo que a más de uno odia ver en las películas.

Una gran alternativa para no querer bañarse en la playa.