Jan Svankmajer, director checo, nos ofrece un cortometraje en stop-motion profundo y conmovedor. La animación es increíble, y Jan da vida a todos estos objetos con gran talento. «Dimensiones del diálogo» se divide en 3 capítulos basados en el tema del diálogo, cada uno con varias interpretaciones posibles.
La primera parte ilustra a 3 personajes, uno hecho de comida, otro de herramientas metálicas y el último de papelería. Los personajes se devoran, se escupen y así sucesivamente. ***contenido con spoilers*** . Parece un homenaje directo a las obras pictóricas del manierista Giuseppe Arcimboldo, artista italiano del Renacimiento conocido, entre otras cosas, por sus expresiones faciales compuestas a partir de elementos distorsionados. Es difícil no establecer paralelismos con el cortometraje de Svankmajer, sobre todo teniendo en cuenta que la obra de Arcimboldo fue una gran inspiración para los surrealistas.
La segunda parte es el diálogo amoroso, una obra cruel y conmovedora. Un hombre y una mujer se miran, se tocan las manos y acaban besándose. Se funden y se convierten en uno, el acto sexual simbolizado de forma muy sutil y estético. A continuación, la pareja vuelve a la normalidad, pero una pequeña bola permanece sobre la mesa. ***contenido con spoilers*** en una escena que es en sí misma desgarradora. Nunca pensé que la arcilla pudiera conmoverme, pero lo hace, y probablemente la música tenga algo que ver.. El trozo de arcilla puede verse de varias maneras. En primer lugar, como un niño nacido de la unión entre hombre y mujer, fuente de discordia porque no es deseado por ninguno de los dos. Sin embargo, en un plano más conceptual, también puede verse como un problema nunca resuelto en el seno de una pareja, hasta que su relación se rompe. El simbolismo de este trozo de arcilla también recuerda al corazón de un niño que murió a una edad temprana. Puede simbolizar la incomprensión, la falta de diálogo o la incompatibilidad en la vida de la pareja, que parece insignificante al principio, pero acaba destruyendo a la pareja en una violenta discusión. Como Svankmajer ha optado por no darle una forma precisa que permita identificarlo fácilmente, aquí caben varias posibilidades, al igual que las del diálogo.
La tercera parte implica a un trozo de arcilla que se divide en dos cabezas calvas. Comienzan a comunicarse de una forma muy extraña, ya que cada vez que uno de los «interlocutores» quiere hablar, entorna los ojos y se saca un objeto cotidiano de la boca. Lo mismo ocurre con la otra cabeza, basándose entonces el «diálogo» en la interacción entre dichos objetos. ***contenido con spoilers*** n. Este capítulo puede considerarse una metáfora de los «debates» poco constructivos que pueblan la política actual. La imposibilidad de dialogar parece ser en parte el resultado del desfase entre los argumentos utilizados y su objetivo, como si la gente sólo se expresara hablando más de la cuenta, sin tener en cuenta las sensibilidades del interlocutor, lo que provoca un agotamiento generalizado. Esta observación recuerda la incomunicabilidad de los seres humanos, puesta de relieve en las obras del dramaturgo Samuel Beckett.
Jan Svankmajer ha realizado un auténtico estudio del diálogo en forma de una increíble película de animación. En sólo 11 minutos, consigue llevarnos a un viaje visual sobrenatural y sumergirnos en la reflexión. La fuerza de las imágenes de este corto se multiplica por diez gracias a la combinación de una gran inventiva en el uso de las artes plásticas, desde esculturas de arcilla hasta montajes inverosímiles, y un perfecto dominio del minucioso trabajo que supone la animación en volumen. El resultado no es ni mucho menos tan fluido como en películas más recientes que utilizan esta técnica, pero es precisamente este aspecto caótico el que confiere al corto su encanto. «Dimensiones del diálogo» es sin duda uno de los más bellos avatares del surrealismo. Como muchas de las obras asociadas a este movimiento, que a primera vista parecen absurdas hasta que se han examinado con una mirada un poco ilustrada, este cortometraje es rico en términos de análisis semiótico. Cada espectador es libre de formarse su propia opinión.
Información y Valoraciones
Críticas destacadas
Cuando vi semejante cartel no sabía dónde meterme, es horroroso como él solo y desde luego no hace que apetezca ver el corto, en absoluto, más bien todo lo contrario, puede ser el motivo de muchas pesadillas. Pero como filóloga que soy, y alguien que no se calla ni debajo de las piedras, no me puedo resistir a una producción relacionada con el diálogo, por muy raro que sea. Y aquí estoy, sorprendiéndome a mí misma la primera por la nota que le he puesto. A ver, un despropósito es, no vamos a mentir, bonito bonito, lo que se dice bonito, no es precisamente, pero tiene mucha miga y me ha resultado muy interesante, incluso siendo tan libre a interpretación, porque al final es imposible saber 100% qué quería expresar el autor.
Aun así, incluso siendo tan libre como digo y tan propenso a que cada uno lo vea de una manera distinta, porque eso es lo que ocurre con cualquier arte, a la vista está que hay partes muy obvias para las que no hay que ser ningún genio, caen por su propio peso y están clarísimas incluso sin pronunciar una sola palabra y sin tener más que esos títulos tan escuetos antes de cada una de las tres partes en las que está dividido. Y es que entre el título del propio corto, la sinopsis y esos títulos de los capítulos, por llamarlos de alguna manera, es fácil interpretar determinadas cosas.
La primera parte es la que parece más libre en cuanto a posibles interpretaciones. Lo que está claro es que simboliza cualquier intercambio de comunicación y un bucle que nunca termina. Una teoría que se me ha ocurrido según lo veía es que trata de ***contenido con spoilers*** . Otra opción es todo lo contrario, que en lugar de tomar partes de los demás, en realidad ***contenido con spoilers*** copias que generan más copias. Vamos, lo que quieren aquellos que pretenden manipular a las masas. Pero también, viendo de lo que están formados los tres protagonistas de esa parte, puede ser todo aquello que hace al ser humano ser quien es, que podría ser ***contenido con spoilers*** , digamos, lo que forma a alguien en cuerpo, mente e incluso espíritu. Yo qué sé, llega un momento en el que voy desvariando, y si me pongo puedo buscarle tres pies más al gato.
La segunda parte es más evidente, tanto por el título como por lo que vemos en ella. Un hombre y una mujer de barro fundiéndose en uno solo. A ver, creo que todos somos mayorcitos para entender lo que está ocurriendo aquí, sobre todo porque dentro de que son de barro y de que todo se vuelve un amasijo indefinido, resulta curioso lo explícito que puede llegar a ser. El asunto es lo que ocurre después, y es que después del amor a veces queda lo que queda, y no siempre es más amor. Y es que eso que vemos tras esa fusión puede ser ***contenido con spoilers*** . Pero también puede ser, respecto a esa última parte, no algo tan literal, sino simplemente ***contenido con spoilers*** . Aunque en realidad, tras cualquier relación, termine bien o termine mal, nadie sale siendo el mismo que era cuando comenzó, y eso también se puede sacar de aquí.
La tercera parte también se ve muy clara, esa falta de entendimiento a pesar de comenzar con buenas intenciones, incluso ayudándose el uno al otro, proporcionándose lo que el otro necesita, realizando intercambios beneficiosos para ambas partes. Pero la vida da muchas vueltas, aquí literalmente, y lo blanco termina siendo negro, lo que estaba arriba ahora está abajo, y la comunicación se va complicando hasta que no sólo no entendemos al otro, sino que cuanto más discutimos y más nos enfrentamos, menos queremos entendernos. Y yo el final lo interpreto como que, alcanzado ese punto en la comunicación, o la falta de ella, llega ***contenido con spoilers*** .
Le había puesto un 7, pero a medida que he ido escribiendo la crítica y sacando esas conclusiones, algunas que han surgido mientras escribía otras o mientras seguía reflexionando sobre lo que he visto, he decidido subirle la nota. A ver, sigo diciendo que es más feo que pegar a un padre, y de hecho por eso no le había subido la nota de primeras, aparte de mi ya conocida aversión por el stop motion, pero me ha resultado muy curioso y muy interesante. Pero sobre todo, como no esperaba nada, más bien ya iba dando por hecho que lo iba a aborrecer, me ha gustado mucho más de lo que jamás habría imaginado, y más con este estilo de animación. Aunque, por una vez y a pesar de todo, tengo que reconocerle el mérito, porque tiene que tener un trabajo impresionante detrás, sin olvidar que además es de los 80.
Pero no, no lo puedo recomendar, porque seguramente no guste a la mayoría, y ni siquiera entra por los ojos.
Valoraciones en tu crítica:
Cortometraje de animación en stop motion del director checo Jan Švankmajer. Otra obra más surrealista e insufrible, solo son once minutos pero a mí me han parecido once horas.
El cortometraje se divide en tres episodios se podría decir, todos relacionados con un mismo tema, la comunicación entre personas pero haciéndolo de una forma metafórica y bastante abstracta, por no decirlo disparatada y absurda.
En un momento dado he pensado, solo a un niño de menos de cinco años se le puede ocurrir semejante esperpento, por lo de mezclar diferentes elementos en cada uno de los capítulos, porque todos ellos tienen eso en común, la mezcla y el revoltijo de mezclar o juntar diferentes texturas y objetos.
En el primer episodio son humanoides hechos de comida, elementos de cocina y materiales de papel, donde tienen un enfrentamiento bastante infantiliode, por lo que he comentado antes del batiburrillo de mezclas, no cuento más para no destripar tan apasionante cortometraje...
El segundo episodio representa a una pareja (hombre y mujer) hechos de arcilla donde al principio es todo pasión pero luego vienen las rencillas, por cierto, otra vez la historia de mezclar en modo infantiloide los dos personajes.
El tercer y último episodio son dos hombres de arcilla también donde van sacando elementos compatibles entre sí y que en un momento dado utilizan mal (como representación del mal entendimiento) otra vez va al extremo y a mezclar y juntar como lo haría un niño pequeño todos estos elementos.
En fin...un corto para olvidar, que alguien le regale al bueno de Jan Švankmajer un juego de plastilina o de Play-Doh para que guarreé todo lo que quiera con ella.
Ni a mi peor enemigo le recomiendo esto, lo peor que he visto en mucho tiempo.
Valoraciones en tu crítica:
Dimensiones del diálogo es un cortometraje de animación stop motion, compuesto por tres partes que nos plantean diferentes situaciones.
Rarito como pocos, con su punto curioso, sobre todo el estilo del primero, como si de Art attack en movimiento se tratara, pero mucho de lo que vemos, junto con el sonido que nos ponen, resulta grotesco.
Se pueden interpretar cosas, pero resulta demasiado raro y algo complicado de digerir.