Nueva York. La ciudad de las oportunidades. La que nunca duerme. Aquella en la que cualquier locura, por muy disparatada que pueda parecer a primera vista, tiene cabida. A veces, incluso enamorarse. De sus infinitas posibilidades, de todo cuanto esconde bajo la sombra de sus interminables rascacielos o, como en el caso de nuestro protagonista, de ese alma gemela que aparece sin previo aviso, con la fuerza de un huracán y la capacidad de poner una nota de color, casi a modo de inyección de energía vital, entre el monocromático y anodino bullicio de la gran ciudad. La misma explosión de color con la que Kid Cudi, quien también da voz a su alter ego dentro de la película, convertía su álbum experimental de hip hop alternativo, el homónimo 'Entergalactic', en una comedia romántica de tintes urbanos, en forma de relato animado y donde toda la potencia visual de 'Spider-Man: Into the Spider-Verse', clara influencia en su hipnótico diseño artístico, se traslada con vibrante dinamismo a la que no deja de ser, a fin de cuentas, una historia de amor entre las concurridas calles de la Gran Manzana.

En ese sentido podría decirse que 'Entergalactic' no arriesga demasiado, pero también porque lo importante aquí no es tanto lo que se cuenta como, sobre todo, cómo se cuenta. Chico conoce chica, ambos cruzan miradas y los sentimientos comienzan a aflorar mientras la vida misma, tan apasionante como imprevisible, se va abriendo ante ellos como una caleidoscópica experiencia donde cada pasaje vital, alternando aquí entre lo cotidiano y lo onírico, se irá fundiendo con la propia música de Kid Cudi en una deslumbrante representación del amor en su forma más magnética y sensorial. Tal es dicho despliegue audiovisual que, en cierto modo, parece fagocitar tanto al desarrollo de la trama —bastante previsible en líneas generales— como, a su vez, al de sus propios personajes, aunque siempre en favor de enfatizar esa chispa especial, inexplicable incluso, que surge cuando dos almas perdidas logran conectar. Quizás porque la verdadera magia de 'Entergalactic' nunca estuvo en la originalidad de su trama sino, precisamente, en reflejar que el mero hecho de enamorarse ya es, por suerte, una historia maravillosa.

Bodrio. Historia de amor simplísima y sin gracia, típica, como si fuesen blancos y rubios... todos son lindos, exitosos, ricos y heterosexuales. Sólo el 3% de la población humana se puede identificar con esta gente, y baja al 1% si hablamos de gente negra. Lo único destacable es la animación y esta mal hecha, marea.

Una animación y una dirección artística sobresaliente para una historia romántica de lo más corriente.

El desarrollo de la trama, el conflicto que rompe la relación a mitad de la historia, sobre todo, reproduce clichés de comedia romántica pasados de moda en los años 90.

No obstante, la resolución de la historia es capaz de arrancar una sonrisa.

¿He dicho ya que la calidad de la animación es lo mejor de la película ?