Me ha parecido muy aburrida. Es una película de apenas 80 minutos que se me ha hecho larga. La estaba viendo y todo me parecía muy visto ya, con intentos de hacer algo distinto pero eso, intentos.
También es verdad que al ver el cartel y leer el argumento esperaba algo más paranormal, pero no va por ahí la cosa. Y llamarla terror.... pues supongo que es cuestión de opiniones. ausencia absoluta de tensión o sustos, es más un thriller, pero yo no me he sumergido ni empatizado nada con la trama ni los personajes.

Un único escenario, dos personajes y menos de hora y media de duración son una buena combinación para pasar el rato, resultando en un producto entretenido que si bien es posible que olvides a los dos días, no es tampoco una pérdida de tiempo.
Empieza en un tono amable, con un chico y una chica que trabajan en el mismo rascacielos pero no se conocían, y cuando se disponen a salir del trabajo el viernes pre San Valentín, se quedan atrapados en un ascensor y evidentemente entablan conversación para pasar el rato, que pinta largo ya que no queda nadie en el edificio. La conversación entre ellos fluye de manera agradable, los dos son bastante majos y caen bien. Te preguntas por dónde pueden venir los problemas, aunque es bastante previsible, ***contenido con spoilers*** .
El terror es más bien escaso, sí hay sustos, aunque se ven venir, y momentos de suspense, pero nada terrorífico en sí. Pasable, pero olvidable.

Situacion perfecta... Muy bien ideada, con buenos protagonistas, con argumento profundo, te mantiene enganchado, preocupado e incluso pensativo, son muchos sentimientos encontrados... Para mi el malo no es tan malo y en partes puedes incluso darle parte de razón, las formas no seran las adecuadas... Pero en cierto modo tiene su razonamiento e incluso me da pena.

Recomendable. Como la mayoria de la saga.

Uf, ver una peli de supuesto terror con una parejita encerrada en un ascensor la noche de San Valentín no se que me da más miedo, que pretenda asustar o que sea un pastelazo.
Pero me ha sorprendido, no es ninguna maravilla, y se deja ver sin excesivos efectos y todo creíble, con un argumento que aunque un pelín reiterativo te mantiene atento.
Y el director podría haber obviado los clásicos momentos del género que parecen puestos por obligación , como por exigencias de un concurso.