
Ingrid Bergman
Ilsa Lund
Durante la Segunda Guerra Mundial, Casablanca era una ciudad a la que llegaban huyendo del nazismo gentes de todas partes: llegar era fácil, pero salir era casi imposible, especialmente si el nombre del fugitivo figuraba en las listas de la Gestapo. En esta ocasión el principal objetivo de la policía secreta alemana es el líder checo y héroe de la resistencia Victor Laszlo, cuya única esperanza es Rick Blaine, propietario del 'Rick’s Café' y antiguo amante de su mujer, Ilsa. Cuando Ilsa se ofrece a quedarse a cambio de un visado para sacar a Laszlo del país, Rick deberá elegir entre su propia felicidad o el idealismo que rigió su vida en el pasado.
« Siempre nos quedará París » una de las frases más conocidas del séptimo arte y de la cultura popular. “Casablanca” es una pelicula de culto, un clásico que sigue sorprendiendo por su ironía visionaria. En un brumoso café de Casablanca, en plena Segunda Guerra Mundial, es imprescindible llevar un velo interior para ocultar los recuerdos y evitar enfrentarse al futuro. Por eso, al principio, el dueño, Rick, no tiene rostro. Es sólo una mano cansada y preocupada, cuyos movimientos tensos capta la cámara en el fondo de un cheque, luego en una pieza de ajedrez. Ilsa, la clienta a la que no quiere ver, sólo tiene ojos para otras manos, las de un pianista que toca una vieja melodía. Estamos en 1941: en el bar americano de Casablanca se agolpa una multitud cosmopolita y variopinta, y el negocio va viento en popa: Refugiados necesitados de visado que han huido del yugo de Hitler, cuyo único objetivo es llegar a Estados Unidos, la tierra prometida; estafadores de poca monta que especulan con esta esperanza, dispuestos a todo con tal de ganar dinero; nazis arrogantes y llenos de prepotencia; y la policía local de Vichy en la persona de su jefe, el excelente Claude Rains, que se supone que está ayudando al comandante Strasser en su investigación sobre el asesinato de dos de sus hombres. Rick, el casero impasible e incluso desdeñoso, parece indiferente a todo, perdido en sus pensamientos, aislado en su mundo interior del que nadie puede distraerle, con la mirada perdida en la bella mujer que arde de amor por él y se emborracha en el bar, con la esperanza de atraer su atención y despertando sólo una condescendiente lástima. Pero una noche entra ELLA, escoltada por un hombre apuesto y recto, su marido, un líder de la resistencia que ha escapado de un campo de concentración, portador de esperanza y símbolo de libertad...
Toda una parte del pasado resurge: París dos años antes, el encuentro, el amor loco, la espera en el andén de una estación a la que ella no llegará y la desesperación que se apodera de él, terrible, unida a un dolor que nunca le abandonará.
Ingrid Bergman, con sombrero de ala ancha y traje blanco, con su figura elegante y apenas esbozada, nos regala la pureza de un rostro cuyos ojos, casi siempre empañados por las lágrimas, simbolizan el dilema que la atenaza, y siguen siendo para nosotros sinónimo de misterio.
Ella ama, dividida entre dos hombres, nostálgica de uno, agradecida al otro, y el encuentro final con Rick, el último beso que intercambian, sella para siempre el destino de estos tres seres.
Una vez más, la mujer es el futuro del hombre, capaz de devolverle la dignidad, la esperanza y el gusto por el sacrificio a través de su confesión.
Una obra bella, romántica, conmovedora e intemporal, ambientada con la música perfumada de melancolía de “As Time Goes By”. Esta canción creada en los años 30 que encuentra en "Casablanca" el éxito que quizá nunca antes había tenido. Se convierte en el alma de la película. El misterioso vínculo entre Bogart e Ingrid Bergman. Porque "los valores fundamentales permanecen, con el paso del tiempo".
Creo que esta película es técnicamente un éxito y no está lejos de ser perfecta.
La historia de amor entre los tres personajes, por supuesto. Pero hay varias otras lecturas ligadas al contexto. Como he dicho: El 11 de diciembre de 1941, Estados Unidos se unió a la Segunda Guerra Mundial, lo que puso al país bajo presión. Los estadounidenses se dieron cuenta de que mucha gente estaba desesperada por huir de Europa y que Casablanca era una de las posibles puertas de entrada. En 1942, Casablanca seguía formando parte de lo que se conocía como la Francia Libre, pero bajo la estrecha vigilancia de los nazis, que estaban allí presentes. Nos encontramos en un momento en el que aún es posible elegir: unirse a la Resistencia o someterse al III Reich. El final no es ambiguo en este sentido.
El tono se establece desde el principio, cuando queda claro quién es el verdadero amo en Casablanca, entre el comandante Streisser y la administración petainista, con el cartel ante el que un hombre muere de un disparo. Humphrey Bogart estaba increíble en esta película, luciendo un impecable smoking blanco en su papel de propietario del "café americano", donde hacía gala de cinismo y de una aparente neutralidad en este atolladero político. Algunas de sus frases son legendarias, como aquella en la que confiesa haber venido a Casablanca a tomar las aguas por su salud y haber sido mal informado porque la ciudad está rodeada de desiertos. Está muy lejos del habitual detective privado canoso y desilusionado...
Paul Henreid, de origen austriaco, que interpreta a un checo, símbolo de la Resistencia a los nazis, está excelente en el personaje recto que sólo vive para su lucha. Pero Bogart y Henreid no son nada y pasan a un segundo plano cuando aparece Ingrid Bergman. Radiante y frágil, elegante y sublime cuando la "vieja" historia de ella y Bogart en París justo antes de la Ocupación pasa a primer plano. El guión está magníficamente elaborado, porque no descubrimos a quién ama realmente, si a Bogart o a Henreid, ni siquiera si ama a alguno de los dos. Su rostro y sus ojos llenos de lágrimas son sublimes e inolvidables...
Pero el reparto incluye varios personajes más, como Peter Lorre en el papel de un ladrón de poca monta que se aprovecha de la angustia de los refugiados.
Como Claude Rains en el papel de un jefe de policía al que le gusta que lo “sobornen” y cuyas tarifas son más altas que las de Peter Lorre. Obligado a alagar a los nazis, también sabe liberarse de ellos, sentir la dirección del viento y comprender dónde está su futuro. Y me gustaría terminar con el papel de Sam, el pianista de jazz, nexo de unión entre Bogart y Bergman, amigo inseparable de Bogart, interpretado por Dooley Wilson, que nos retrotrae a "As time goes by"... Una gran película, con escenas magníficas como la "Marsellesa" cantada por los clientes para acallar los cánticos alemanes, y escenas muy conmovedoras como el flashback que Bogart arrastra en su cabeza como una bola y una cadena.
La película es una obra maestra, rebosante de romanticismo, precisa, tortuosa y refinada. La historia de un mundo al margen, como a la espera. Un lugar donde pasan las últimas esperanzas, los últimos sueños y también el último aliento.
Hacer una crítica de una película tan antigua es difícil porque el punto de vista de diferentes épocas puede ser muy opuesto.
¿Es una de las mejores películas de la historia? En aquel momento cuando se hizo sin ninguna duda, ahora mismo para mí no. Pero eso no quiere decir que no sea una gran película y que tenga aspectos extraordinarios, que los tiene.
La película tiene una crítica feroz al fascismo pero también muy atada de pies y manos por la época en la que se rodó, hay que verla en ese contexto.
Una historia de amor, desamor, celos y despecho en una época dificilísima para la humanidad, la segunda guerra mundial, desarrollado en una ciudad, Casablanca en Marruecos, donde recogía infinidad de refugiados desesperados por conseguir unos visados que les lleven a América y tener una vida que actualmente en Europa es imposible. Algunos conseguirían su objetivo, pero la mayoría jamás lo conseguirán y en este entorno se desarrolla esta historia a tres bandas.
Rick Blaine interpretado por un sublime Humphrey Bogart, un gentelman con todas las letras que regenta un casino, el Rick´s cafe americain, por otro lado una bella dama, Ilsa, interpretado por Ingrid Bergman y su marido Víctor Laszlo un líder de la resistencia nazi interpretado por Paul Henreid. Sin ninguna duda la interpretación de Humphrey Bogart es lo mejor de la película un personaje que sin ninguna duda engancha por su personalidad. La pareja de los oscarizados Humphrey Bogart e Ingrid Bergman quedará para la historia como una de las mejores parejas del cine por su espectacular conexión entre ellos en cada una de las escenas con esos momentos tan intensos recordando tiempos mejores.
Por supuesto no podemos olvidar al icónico Sam poniendo esa melodía completamente reconocible para todos, As Time Goes By en muchos momentos de la cinta, sin duda otro de los puntos fuertes del largometraje.
Una película con un gran sabor añejo, en blanco y negro con esas interpretaciones tan intensas y un drama romántico que para los amantes de este género seguro que les deja un gran sabor de boca.
Es una película que todo cinéfilo tiene que ver una vez en la vida por lo icónica que es.
P.D. curiosa interpretación de los actores cuando los matan, unas muertes algo forzadas jejeje.
Cientos de cinéfilos se han iniciado con esta película porque desprende magia a través de sus personajes, diálogos, fotografía y BSO. La película entera es iconografía de la historia del cine. Ingrid Bergman y Humphrey Bogart son una pareja legendaria y es curioso que él sea sobre todo recordado por este héroe romántico torturado después de tanto cine negro.
La primera vez que la vi no me gustaba el final, pero con los años ***contenido con spoilers*** por eso ahora me gusta mucho. Y, aunque el final es de los más icónicos del cine, me quedo con la escena de ***contenido con spoilers*** que demuestra ***contenido con spoilers***
Venía simplemente a disfrutar de un clásico, no sabía la temática, ni nada por el estilo, únicamente resonaban en mi mente frases ya históricas, y no es para menos, ya que Casablanca es historia del cine. ¿Y qué me he encontrado? Sobretodo una historia de amor, de lucha y de ideales.
Al ser una película de otra época (vaya, si hasta es en blanco y negro), el ritmo es más pausado, pero no por ello aburrido, ya que cumple a la perfección su cometido de entretener. La cámara sobretodo tiene a las caras, las miradas como foco. Y al ser en blanco y negro, las luces, las sombras (hasta muestran acciones que están sucediendo fuera de escena) adquieren una mayor relevancia. De hecho con estas técnicas la acentuación de las miradas hacen que destaquen más que en las películas de color.
Actores y personajes. El protagonista, Humphrey Bogart en el papel de Rick Blaine. No se puede entender su actuación sin la presencia del personaje Ilsa Lund (Ingrid Bergman), ya que su pose, su porte, su indiferencia son desechadas en cuanto ella aparece, es como si interpretara otro personaje. Ingrid Bergman, su expresividad es de Oscar. En esta película donde las miradas son capitales, ella se come la cámara, la seduce, y te roba toda tu atención. Claude Rains en el personaje del Capitán Louis Renault, sin duda se marca un papelón, además su personaje es gloria, parece que es de un lado, después de otro y acaba siendo del tercero. Y por último Sam (Dooley Wilson), qué arte tiene el cabrito, tanto arte como fidelidad tiene su personaje.
Mis dos momentos favoritos de la película son por un lado el ***contenido con spoilers*** frente a los nazis, y con toda la policía en su apogeo, y por otro el final, ***contenido con spoilers*** Dentro de esta ecuación, tenemos unos ideales férreos, por encima del individuo, es más importante vencer o luchar contra unos demonios que una bella historia de amor, lo importante defender unos ideales patrióticos...algo que a día de hoy o han sido usurpados y pervertidos por unos, y despreciados y defenestrados por otros.
Por último me gustaría hablar de un tema aparte, los cánones de belleza. Según vemos a Humphrey Bogart, vemos que sí, tiene porte, pero su figura estaría muy lejos de los cánones de belleza de hoy en día, sobretodo con esa seriedad, en cambio Ingrid, a pesar de los cambios en relación al físico, como en la película se le acentúa la cara, sólo puedo decir que su belleza es atemporal, imperecedera, qué guapa era.
En resumen, una película con valores, con actuaciones buenísimas, con personajes memorables, y que es historia del cine. Ésta película es de las que tienes que ver al menos una vez en la vida.
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