
Max von Sydow
Le docteur Dusseldorf
Oscar, un niño de diez años, está internado en un hospital infantil. Ni sus padres ni los médicos se atreven a decirle la verdad sobre su enfermedad. Sólo Rose, la repartidora de pizzas, una mujer de bruscos modales, es capaz de ganarse su confianza y entretenerlo. Un día, le propone un juego: imaginar que cada día que pasa equivale a diez años, de modo que, en unos días, Oscar alcanzaría una larga vida. Además, para conseguir que el niño hable de sí mismo, lo anima a escribirle a Dios. En sus cartas, Oscar confiesa sus alegrías y sus penas, sus miedos, su primer amor, sus sensaciones ante el paso del tiempo. Así, entre Oscar y Rose se va fraguando una amistad muy particular.
Para mi es la PELI en excelencia, mi preferida, esa que recomiendo a todo el mundo y que creo que deberia de ser un visionado obligatorio para muchos.
Es mucho más que una película, consigue trascender de la pantalla y Oscar consigue tocarte el corazón, incluso el de aquellas personas que esta tan inalcanzable.
Te hace ver que la vida hay que vivirla, que hay que amar, sufrir, disfrutar y un montón de adjetivos más (pero no me voy a poner en plan diccionario)
Consigue que las personas menos empáticas se les caiga la lagrimita, que los egoístas se replanteen su manera de ser y que los empáticos, a pesar de verla a lágrima viva, quieran seguir siéndolo.
La fuerza y el cariño que nos muestra esta película es ejemplar, pero es dura, muy dura de ver pero a la vez es entrañable, preciosa y que aunque es un trago amargo que tomar, te lo tomas muy a gusto.
No te deja indiferente, se te mete en las entrañas y te acompaña tiempo después, te deja con ese runrun en la cabeza.
En casa, hasta que perdimos el dvd, la veíamos muy a menudo, tendré que recomprarla, la hecho de menos.
No hago descripcion de la peli, eso ya lo hace la sinopsis y tampoco lo hago porque es mejor verla y descubrirla minuto a minuto, pero sí he creído importante hablar de lo que hace sentir, porque de esto va realmente esta película, de sentimientos.
Si no la has visto, ya tardas
Oscar tiene 10 años y está enfadadísimo porque acaba de enterarse, de rebote, de que le queda poco tiempo de vida. Decide no hablar con nadie más que con Rose, una mujer que va por el hospital vendiendo pizzas vestida como luchadora profesional. Aunque no le va mucho eso de tratar con hospitales o niños enfermos, Rose empieza a pasar tiempo con Oscar, contándole historias alocadas sobre su vida como luchadora y ayudándole a escribir cartas a Dios que suelta al viento con globos. También están los otros niños del hospital, como Palomitas, Einstein, Bacon y su amor Peggy Blue.
La peli va directa a hacerte llorar, y lo consigue, aunque se nota que solo quiere eso. Lo de las pizzas no es muy creíble, y la historia se queda algo plana porque el final se ve venir desde lejos. Le falta algo más de acción o ideas como que los niños hagan algo juntos, tipo lucha libre o disfraces. Eso sí, tiene momentos bonitos y no falla en lo emocional.
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