Fue toda una revolución en su momento y todavía hoy, casi 25 años después de su estreno, sigue siendo uno de los títulos más importantes dentro de su género. Hablar de 'Matrix' no es hacerlo solo de la obra maestra de las hermanas Wachowski, sino, sobre todo, de un cambio total de paradigma —tanto a nivel estético como temático— en la forma que tenía la ciencia ficción de concebir mundos distópicos hasta el momento. Lo curioso es que 'Matrix' no nació como una idea 100% original, sino más bien como una dispar fusión de influencias literarias (Philip K. Dick o William Gibson), filosóficas (el mito de la caverna de Platón) y cinematográficas ('Ghost in the Shell' y 'Akira') que, sin embargo, consiguió encontrar un mágico punto de equilibrio para dar lugar a algo nunca antes visto en la historia del cine. La película era hija de su tiempo, sí, pero al mismo tiempo ofrecía una fórmula lo suficientemente rupturista como para seguir resultando innovadora en la actualidad. En 1999 no había nada como 'Matrix', pero es que ahora, y pese a los innumerables intentos por imitarla, sigue sin haberlo.

Así, y con un tono visionario —casi profético— acerca de un mundo cada vez más tecnificado, 'Matrix' se adelantaba a la emergente masificación del uso de internet y de las inteligencias artificiales para mostrar las infinitas posibilidades de la tecnología y, del mismo modo, advertir sobre los riesgos que su abuso podría causar. Todo esto encontraba su encarnación en la figura de Neo, un programador informático por el día y hacker por la noche cuya realidad, la cual llevaba tiempo cuestionándose, comienza a desmoronarse tras una extraña serie de encuentros en la red de redes. A partir de ahí, la película es un explosivo festival de peleas imposibles, referencias mesiánicas, dilemas existenciales y revelaciones vitales en el que siempre hay hueco para descubrir algún nuevo detalle. Un fascinante espectáculo audiovisual a todos los niveles, con un apartado técnico alucinante y la suficiente profundidad como para seguir invitando al análisis y a la reflexión casi un cuarto de siglo después. Al menos a todos aquellos que estén dispuestos a despertar, claro.

Al contrario que las otras dos (contando sólo la trilogía original), esta primera la he visto ya varias veces. No sé si es la película o soy yo, pero nunca he sido capaz de entender nada, o de retener algo, hasta ahora. Supongo que cada película tiene su momento, o tal vez me ha pillado más despierta que de costumbre, pero es la primera vez que soy capaz de seguir el hilo.

Está claro que se trata de una reinvención del mito de la caverna de Platón en clave futurista, pero que a la vez es muy noventera. Pero también es totalmente atemporal, es de esas películas que intentan predecir el futuro y que cuando las ves con ojos actuales te das cuenta de que no andaban nada alejados y aun así no aprendemos. Ese momento en el que Morfeo habla de las inteligencias artificiales haciéndose con el control de todo en el siglo XXI... más de actualidad no puede ser. Una historia acerca de las tecnologías, de cómo nos lavan el cerebro y de si somos o no dueños de nuestro propio destino. ¿Existe el libre albedrío? ¿Está todo escrito en alguna parte? ¿Esto es una simulación donde algún día nos quitarán la escalera de la piscina? Ya me entendéis.

Pura ciencia ficción, con escenas de máxima acción pero sin ser de esas películas que son de mamporros y lucecitas sin sentido, tiene mensaje y sus momentos para pararse a pensar. También tiene escenas míticas que seguro que la mayoría conocen incluso sin haber visto la película, como la de Neo esquivando las balas o cuando las detiene en el aire, y también alguna que puede que sea menos conocida pero que es puro meme, como la de "ya sé kung fu", o esas que son una flipada tras otra.

Pero sobre todo tiene una estética muy reconocible, con esos trajes negros y las gafas de sol, y ese filtro verde que todo lo llena, y es un referente para muchas producciones, de esas que pasan a la historia y crean escuela. Y también tiene a Neo, uno de los personajes más importantes y conocidos de Keanu Reeves, aunque yo me quedo con John Wick.

Pues si, aún no la había visto completa, era una de esas eternas pendientes que vas dejando y dejando hasta que hoy ya puede ser tachada, y ha merecido la pena esa "inversión" de tiempo con ella.

-Aquí suelo poner alguna especie de sinopsis, frase, que de pie a la crítica, pero a ver que escribo con todo lo que he visto esta vez xD. Bueno, allá va, un aparente programador, de la noche a la mañana verá como cambia su vida, cuando empieza a conocer a ciertas personas...

Tiene un inicio trepidante, pues pasa muchas cosas en esos primeros minutos en el que estaremos aún en el desconcierto debido a ese desconocimiento o falta de información para poder situarnos. Pero ya conforme avance iremos comprendiendo más cosas en mayor o en menor medida, pues vas a estar todo el rato dándole vueltas en tu cabeza a esas ideas que te proponen. Hasta que llega ese final, en pleno culmen de los acontecimientos y en el que hasta te deja con ganas de más.

Lo mejor podría ser precisamente esos pensamientos que te ponen sobre la mesa y que ya cada uno se deje llevar hacia un lado u otro. También, ese apartado técnico-visual, en el que se nos presentan unas míticas escenas, ya bastantes conocidas y que se han convertido en imágenes nostálgicas de la propia película.

Es bastante entretenida, con un ritmo bastante bueno, el cuál apenas decae desde el camino que recorre desde el comienzo hacia el final.

En cuanto a las actuaciones, están bastante bien ya no solo el trío protagonista formado por Keanu Reeves, Carrie-Anne Moss y Laurence Fishburne, si no que yo hasta añadiría a Hugo Weaving. Pero sí, hay que nombrar con holgura al señor Reeves, que se sale.

Una de las películas imprescindibles en el género de la ciencia ficción, y una historia muy filosófica. Curiosamente a mi profesor de filosofía no le gustaba nada la metáfora del mito de la caverna que hacen y le molestaba que lo mencionáramos.

Las historias de ciencia ficción se quedan anticuadas a mayor velocidad que otros géneros porque la ciencia avanza muy deprisa, pero se puede apreciar lo mucho que esta película ha influido posteriormente. Y eso tiene mucho mérito.

Me gustó mucho el universo que crean y el componente filosófico.