Crítica de White Lines por Allfaright

Buen entretenimiento el que nos dejo Netflix con White Lines de la mano Álex Pina, co-creador de La Casa de Papel, Los Serrano o Sky Rojo entre otras series.

Con un reparto bastante "internacional" ya que es una serie bilingüe, cabe destacar a Nuno Lopes en el papel de "Boxer" para mi una sorpresa, Laura Haddock (Da Vinci's Demons, The Capture) y a Daniel Mays (Des, Temple, Shifty) en el de Marcus. Los demás actores están mas que correctos con Juan Diego Botto, Marta Milans, Laurence Fox y Belén López que nos traen a un paraíso de sensaciones envueltas en fiestas, drogas, familia, colorido, sexo, sol y música ibicenca.

White Lines es básicamente un viaje por la vida de Zoe (Laura Haddock) y el que fue su deseo de adolescencia, ir con su querido hermano, un legendario Dj, desde Manchester a la isla de Ibiza a disfrutar de una vida que su padre les prohibía a los dos y que su hermano Alex, si que se atrevió a hacer con sus amigos Dj´s.

Pero le costo caro.... y 20 años después Zoe, después de saber que había aparecido un cuerpo en Almería que podría ser el de su hermano, deja a su Marido e Hija en Manchester, para emprender ese viaje, el viaje de saber que ocurrió con su querido hermano.

En una Ibiza llena de flash-backs, que sigue derramando el efecto que Alex Collins dejo en el grupo veinte años después de su muerte, no es todo lo que esta serie nos puede ofrecer, en el que hay muchos otros temas, que querrás saber en que acabaran, sobre todo lo que pasara con las relaciones entre los otros personajes.