Redactada: 2024-01-23
No sé muy bien cómo describir esta miniserie de tan sólo cuatro capítulos. Es una historia de personajes más que de trama en sí, pero sobre todo es la atmósfera que tiene, oscura, agobiante e incluso turbia, llegando hasta a tener pinceladas de terror sin serlo en realidad.

Jane se muda a una casa llena de normas de lo más estrictas impuestas por su arquitecto, que no deja que cualquiera viva en esa casa. Una casa en la que en el primer capítulo también vemos que vivió una pareja tres años antes, bajo las mismas condiciones. A lo largo de los cuatro capítulos seguiremos ambas historias, la de Jane y la de Emma, para descubrir qué pasó con la segunda y qué secretos esconde en realidad esa casa.

Todo gira en torno al evidente parecido físico entre Jane y Emma, algo que se puede apreciar en la portada de la serie y que es parte esencial, así como con la mujer fallecida de Edward, lo que obviamente es la base de todo. También coinciden en que ambas han sufrido traumas importantes en sus vidas, y entre esa carga que soportan, el ambiente de la casa, que es como la de Los Simpson y parece que es la verdadera villana con tanta tecnología y la presencia tan perturbadora de Edward, tan controlador y dominante como estricto, es lo que lleva a esa atmósfera cercana al terror de la que he hablado.

Los tres protagonistas son los que llevan todo el peso de la serie, todo está sostenido por ellos y sus relaciones entrelazadas, aunque hay alguno mejor que otro. David Oyelowo está imponente, cumple con creces con su papel y llena la pantalla cada vez que aparece, me ha puesto muy nerviosa pero en el buen sentido, es justo lo que se espera. Gugu Mbatha-Raw está maravillosa, es elegancia y saber estar en estado puro, pero Jessica Plummer no me ha gustado, me ha costado creérmela, aunque las comparaciones son odiosas y en este caso sale perdiendo, tal vez con otra compañera habría sido ella quien destacaría, pero queda muy por debajo de la calidad de los otros dos protagonistas, aunque tampoco le ayuda nada el personaje, que me ha causado bastante rechazo, o puede que sea al contrario. También tenemos por ahí a Ben Hardy con un papel importante, mientras que el resto son simples figurantes necesarios pero que no tienen nada de especial.

La serie nos va guiando hacia una conclusión clara, hacia un sospechoso más que evidente, hacia unos hechos que no tienen otra explicación, pero iremos viendo que todo es mucho más complicado que lo que nos hacen creer. Poco a poco se irán destapando más secretos y más giros que abren nuevos frentes a pesar de seguir apuntando en una misma dirección, hasta el punto de llegar a creer que es tan evidente que no puede ser así. Además, con la presencia de ese zorro y sabiendo que la mujer de Edward está enterrada bajo la casa, junto a ciertas cosas que ocurren ahí, hacen que incluso podamos pensar que hay algún elemento sobrenatural, como si la mujer controlara la casa o, como ya he dicho, lo que pasa en Los Simpson, una inteligencia artificial maliciosa. Y que se repita lo de "hasta que sea perfecto" aumenta las sospechas hacia Edward y hace pensar que esa norma empezó incluso antes de Emma. Pero precisamente porque nos llevan tanto hacia una conclusión, termina siendo predecible la verdad, que el culpable es Simon, al que nos han intentado vender como un buen chico, pero que es el verdadero manipulador retorcido y obsesionado, hasta el punto de también confundir a ambas mujeres.

También quiero destacar la intro, me parece una preciosidad, y el juego que hacen con pantallas partidas en algunos casos y en otros con reflejos a lo largo de los capítulos, están muy bien hechos. Y es que hay muchos reflejos de más de un tipo, porque no es sólo el parecido entre ambas protagonistas, es que todo se va repitiendo con ellas a lo largo de su relación con Edward, vemos todo dos veces, pero no resulta repetitivo, lo que provoca es rechazo y enfado, además de hacerlo todo mucho más turbio.

En definitiva, una historia sobre la búsqueda de la perfección, la manipulación y la obsesión, y también sobre la pérdida, con un tono que recuerda a La chica del tren en algunos aspectos. Se ve en nada por ser tan sólo cuatro capítulos pero no es un mero entretenimiento, no es de esas rápidas para pasar el rato y ya, es algo densa y es oscura, y aunque al principio no me terminaba de convencer, me ha tenido enganchada hasta el último minuto, con giros que aunque al final se ven venir resultan satisfactorios, como saber que en realidad el título se refería a Isabel, el bebé que perdió Jane, o tal vez sólo sea un guiño, como esa escena final. ¿La historia se repite?
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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