Crítica de En terapia por BlackSwan
Redactada:
2025-03-16
Las tres primeras temporadas de En Terapia son una maravilla. La serie explora la relación entre un terapeuta y sus pacientes con una profundidad y sensibilidad excepcionales. Gabriel Byrne es simplemente perfecto en el papel: su presencia transmite calma, sabiduría y empatía. Te hace sentir como si realmente estuvieras en una sesión de terapia con un profesional en el que puedes confiar. Cada historia es interesante, los personajes son complejos y todo se siente muy real.
Y luego llegó la temporada 4… y todo se vino abajo.
El cambio de protagonista fue un desastre. Uzo Aduba es una gran actriz, pero aquí no logra encajar en el papel. Su personaje no genera la misma conexión y la serie deja de centrarse en los pacientes para enfocarse en ella. La estructura que hizo que En Terapia fuera especial se pierde por completo.
Uno de los problemas más evidentes es su vestuario. Los trajes ajustadísimos que le pusieron hacen que toda su presencia en pantalla se sienta incómoda. En cada escena, no podía evitar preguntarme cómo hacía para respirar con ropa tan apretada. En lugar de transmitir autoridad o profesionalismo, su imagen termina distrayendo.
Luego está su romance con el personaje de Joel Kinnaman. Es, sin exagerar, la pareja más inverosímil que he visto en mucho tiempo. No hay química entre ellos, y la relación se siente completamente forzada, como si hubieran metido la subtrama con calzador.
La esencia de la serie se perdió por completo en esta temporada. Si eras fan del formato original, probablemente te resultará una decepción. Ahora, si te gusta Uzo Aduba y no te molesta que la serie gire totalmente en torno a ella, puede que la disfrutes. Pero para los que amábamos las primeras tres temporadas, esta cuarta entrega es una versión irreconocible y, sinceramente, olvidable. De hecho la abandoné.
Y luego llegó la temporada 4… y todo se vino abajo.
El cambio de protagonista fue un desastre. Uzo Aduba es una gran actriz, pero aquí no logra encajar en el papel. Su personaje no genera la misma conexión y la serie deja de centrarse en los pacientes para enfocarse en ella. La estructura que hizo que En Terapia fuera especial se pierde por completo.
Uno de los problemas más evidentes es su vestuario. Los trajes ajustadísimos que le pusieron hacen que toda su presencia en pantalla se sienta incómoda. En cada escena, no podía evitar preguntarme cómo hacía para respirar con ropa tan apretada. En lugar de transmitir autoridad o profesionalismo, su imagen termina distrayendo.
Luego está su romance con el personaje de Joel Kinnaman. Es, sin exagerar, la pareja más inverosímil que he visto en mucho tiempo. No hay química entre ellos, y la relación se siente completamente forzada, como si hubieran metido la subtrama con calzador.
La esencia de la serie se perdió por completo en esta temporada. Si eras fan del formato original, probablemente te resultará una decepción. Ahora, si te gusta Uzo Aduba y no te molesta que la serie gire totalmente en torno a ella, puede que la disfrutes. Pero para los que amábamos las primeras tres temporadas, esta cuarta entrega es una versión irreconocible y, sinceramente, olvidable. De hecho la abandoné.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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