Crítica de El embarcadero por gjulo

De los creadores de la serie mundialmente conocida "La casa de Papel" llega "El embarcadero".
Su estructura de puzzle juega con el espectador y permite muchos giros y mantiene el suspense hasta el final. La trama cuestiona nuestra visión del amor, la pareja y el sexo, lo que no carece de interés. El reparto es muy bueno (Irene Arcos es especialmente carismática como Verónica, una mujer alegre y sensual que se toma la vida como viene). La fotografía es estética, marcando una diferencia visible entre la rigidez de la ciudad y la belleza salvaje de la Albufera, junto al mar, siendo estos paisajes la imagen de los dos personajes femeninos. Es interesante observar que, a medida que evoluciona la historia, se produce una inversión de papeles entre Álex y Verónica: al principio, Verónica es una mujer libre que no se cuestiona, mientras que Álex está lleno de certezas que vacilan y sufren su vida. A medida que Alejandra se involucra más en la investigación, se vuelve más activa, más "agresiva", mientras que Verónica empieza a dudar de lo que sabía de Óscar, de lo que espera de una relación amorosa, y se deja arrastrar por los excesos de Álex. No diré nada sobre Óscar (llevada a hombros por el personaje de Álvaro Morte que deambula por los pequeños espacios que el guión ha tenido a bien concederle, no es en última instancia más que una ilusión. Es una pena, su talento no se ha destacado en absoluto, sino que se ha despreciado) para no estropear la trama. Los personajes secundarios, entre ellos la divertidísima Blanca (interpretada por la actriz almodoviense Cecilia Roth), son en su mayoría pintorescos, pero el guión se dispersa en diferentes direcciones. Y aunque las canciones eran preciosas, las encontré muy calculadas, como una especie de pegatina en medio del papel pintado. Este deseo de dar una sensación de libertad es abortado y sustituido por todas estas escenas de sensualidad y todo este sexo excesivo, porque sí. No quiero hacerme la mojigata, pero, por desgracia, la trama se tambalea y tiene muchos problemas. El resultado no es desagradable en cuanto a la forma, pero no convence del todo en cuanto al contenido.