Críticas de Hollywood

La última propuesta de Ryan Murphy navega entre el convulso mundo del espectáculo en Hollywood. Hombres y mujeres, jóvenes, guapos, llenos de sueños y sin blanca, intentan triunfar en un ámbito donde nadie puede ser lo que es. Las apariencias dictan el éxito al igual que la influencia y los favores realizados. Se narran las triquiñuelas de diferentes productores y demás personalidades de poder a la hora de otorgar papeles utilizando a la carne fresca para ello. Las intrigas, el sexo, el fracaso, el racismo, los abusos, la prostitución, el enchufismo, el odio y la lucha por los sueños son los leitmotivs de la serie. El problema es que tanto las tramas como algunas interpretaciones se asemejan muy artificiales e impostadas; toda esa lección de vida con los sueños por bandera, con la lucha incansable por ser alguien en un mundo olvidadizo, resulta cargante. O simplemente es que me hago mayor, pero hay ciertas situaciones que ya no cuajan. Aunque el final es muy emotivo y reivindicativo, el trasfondo del espectáculo es muy plano y soso. Las luces y sombras de Hollywood guardan muchos esqueletos en el armario y me queda la sensación de que se han quedado en la superficie.
El punto más positivo de la serie es el maravilloso reparto actoral que brilla con luz propia en medio de la inmundicia vital que se les presenta; sobre todo Darren Chris, Jim Parsons, Laura Harrier o Patti LuPone están soberbios en sus papeles.
Así pues, no me parece una mala miniserie, simplemente no me ha transmitido absolutamente nada.

Creo que esta serie calca lo que todos sabemos de Hollywood pero no tenemos ese hecho científico que apoye nuestras ideas. Ni muchos actores hablando de ello. Creo aquí nos enseñan las cosas inhumanas que tenían que hacer en aquellos momentos, y que yo diría que a día de hoy se sigue haciendo, para poder llegar a cumplir sus sueños como actores.
Además, el toque vintage de la serie está bien trabajado y la imagen que da te entra por la vista, en el sentido, de que es muy bonita.

Me ha gustado tanto como me habían dicho que me iba a gustar, quizás la única pega que se le podría poner es lo happy que es o parece todo, pero para mi gusto pesa más el mensaje que quiere transmitir que eso.

Esta serie está ambientada en la era dorada de Hollywood y seremos partícipes de cómo un grupo de jóvenes ansían convertirse en actores reconocidos. La trama engancha desde el primer episodio y el elenco es excelente, pero también es impactante por las cosas que los personajes se verán prácticamente obligados a hacer para conseguir sus sueños y para sobrevivir en una industria tan despiadada. Las mentiras, los favores sexuales, el racismo y los abusos son una parte muy importante en esta serie que sin lugar a dudas os recomiendo.

Entiendo que la intención de la serie es reescribir la historia, pero lo que hace es coger temas muy serios, como el machismo, la xenofobia y la homofobia y blanquearlos en un cuento de hadas donde todo sale bien y todos son muy felices. Estaba entendiendo el mensaje en los primeros capítulos, estaba bien encaminada, triunfar en Hollywood es complicado y más en esos tiempos, pero más aún si eres mujer, negro/a, homosexual, judío/a, asiático/a... Es la tierra de los sueños y personas que lo van a tener muy complicado para cumplir los suyos en una época en la que apenas pueden salir a la calle sin que los persigan. Y me parece genial la reivindicación que quiere hacer, y me quito el sombrero con el personaje de Queen Latifah, pero no me ha convencido, los veo a todos sobreactuados, todo es muy artificial y de color de rosa. Tiene un reparto más que excelente, pero se me ha llegado a hacer pesada y llega un momento en el que sientes que estás viendo una película excesivamente larga. Lo bueno es que como serie es corta.