Críticas de La Ciudad y la Ciudad

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El cuerpo de una estudiante extranjera es descubierto en las calles de Besźel. Casos como este son habituales para el inspector Tyador Borlú del Equipo de Crímenes Extremos... hasta que sus investigaciones revelan que la chica muerta viene de otra ciudad llamada Ul Qoma. La relación que existe entre las dos ciudades es un misterio, algo que confundirá a Borlú.

RESEÑAS Y VALORACIONES DE La Ciudad y la Ciudad

Crítico novel
PTG 5
3 / 10
Un asesinato entre fronteras, un poli duro grandullón, fumador y bebedor (como odio este recurso), y de solo cuatro capítulos; qué bien, vamos a por ella.

Decepción 1: es una serie pretenciosa que busca a base de dejarte tan miope como al prota, con movimientos lentos de cámara y alguna voz en off como que te está lanzando un mensaje críptico - pretencioso que creas que estás ante algo profundo.

Decepción 2: el prota, a pesar de ser un tipo grande y que fuma al estilo de Clint Eastwood, es un lerdo pasivo y patético, que le pegan mamporrazos todo el tiempo sin verlos venir y que no hace más que babear y llorar como un crío por su esposa desaparecida.
Pasivo, patético, un atontado que no sabe nada de nada, pero que tiene la suerte de que el contexto le vaya llevando y empujando hacia la resolución del asesinato (conectado con su desaparecida esposa).

La esposa desaparecida: una olivia-popeye reseca y desequilibrada, egoísta e infiel, siempre con sus secretitos de malfollada, propensa a volver con su malote del pasado (dejando al poli-gilipollas en la estacada).
Poli que ya la salvó del suicidio cuando se conocieron y que vuelve a suicidarse, y esta vez lo consigue, para entrar en la tercera ciudad que tanto anhelaba.

Decepción 3: Los episodios de 1 hora se me hicieron eternos. Todo el rato pretendían te sumergieras en su atmósfera asfixiante y con toques trascendentales con lucecitas cegadoras y primeros planos borrosos de movimientos de cámara borrachuzo.
Al final un bodrio aburrido y decadente con un oso llorón que sólo golpea los objetos de su despacho cuando pierde los estribos; y es que el prota todo el tiempo está desbordado por los acontecimientos, nunca toma la iniciativa, todos a su alrededor son más interesantes y activos: un poli de pacotilla, resultón por el tamaño, la mirada entrecerrada para encender el pitillo, pero más simple que el mecanismo de un botijo.

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El contexto pretendidamente profundo hubiera podido dar más de sí, mucho más: las dos ciudades con la frontera común buscan una tercera ciudad "en medio" de la dos (en medio, arriba, abajo, otra dimensión...), que por algo que nunca alcancé a saber (cabezadas que me iba dando) les parecía motivo de temor y disputa; tal vez querían apropiarse de las maravillas que albergaban; una especie de sangrilá urbanita para dos ciudades decadentes, prepotentes y agobiantes.
Un sinsentido con aires de grandeza cósmica.

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0 10 6.3 8