Críticas de Barry

Una primera temporada interesante, aunque un tanto previsible. Después de Dexter, es muy difícil dejarse sorprender por este tipo de temática. Lo bueno que tiene es el sentido del humor, porque hay que reconocer que tiene cierta gracia, :-)

Meh, no está mal. Como comedia, regulera. Algo previsible en ciertas tramas, y no se si soy yo o la serie está pensada para ello, pero he terminado odiando a todos los personajes. Bueno, al prota no... vale sí, pero solo un poco.

Se deja ver, pero tampoco esperaría gran cosa, a lo sumo me ha echo venir ganas de verme Dexter otra vez.

Ultima temporada de nuestro asesino-actor, para mi ha sido la temporada mas floja y la verdad es que el final pues ni fu ni fa, pero por lo menos tiene final.

Lo cierto es que ya la serie no tenia mas recorrido y mira que con los chechenos siempre mejoraba la serie.

Hasta siempre Barry.

La primera temporada de Barry representó una tremenda sorpresa: esperaba una serie tontorrona para pasar el rato y descubrí una obra que jugaba tanto con el humor absurdo como con la comedia de manera perfecta; sin embargo, estuve mucho tiempo sin volver a verla, porque temía que por el final de la temporada en esta repetiríamos la misma trama de ratón y gato que en aquella (cuando su trama era lo que me pareció más flojo de la serie).

Pero me equivocaba. Es cierto que el patrón sigue un poco el de la primera temporada (normal considerando su final), pero no solo no se siente repetitivo, sino que aquí las tramas realmente funcionan, juega bien con las diferentes tramas convergiendo, así como el carácter de los personajes llevan a ciertos eventos (y por supuesto, no ha sido tan previsible de primeras).

Aunque por supuesto, el punto fuerte de la obra siguen siendo los personajes y las actuaciones de los actores; también el cambio de tono que aquí resulta más abrupto, lo que permite apreciar mejor como consiguen trabajar tanto un tono cómico como uno trágico.

En definitiva, si disfrutaste con la primera temporada de Barry, no debes perder el tiempo para ver esta segunda.

Empezó enganchándome con buenas interpretaciones y tramas, pero a lo largo del paso de los episodios fue siendo más pesada y repetitiva, haciéndola previsible y poco innovadora, se veía venir, una pena que no supieron sacarle buen partido.

Del reparto destacaría a Bill Hader por ser el que más peso argumental lleva y como secundarios destaco a Anthony Carrigan, Sarah Goldberg, Henry Winkler y Stephen Root.

Buena calidad de imagen y sonido.

No la recomiendo, yo después de verla tengo la opinión de que sabiendo cómo iba a acabar, no la habría visto.

Vine buscando una serie cómica sobre un asesino a sueldo y no estoy disgustado con esta temporada pero me faltó algo más, puesto que se centra demasiado en dramatismos y chiquilladas que no me terminan de gustar, aun así por ahora esta temporada es la mejor que he visto de las 4 que tiene disponible y todo me indica que va a ir en detrimento como me pasó con «Dexter», empiezas amando al protagonista y su amor, pero acabas despreciando todo en lo que se convierte, dando ganas de verla terminar cuanto antes para no seguir con la tortura, viendo un final indeseado.

Lo recomendaría, pero tengo ideas encontradas que no me lo permiten.

Los personajes se desarrollan aún más, intentando continuar con sus vidas, mejorandolas como pueden sin ceder ante las adversidades.

Recomendadilla.

Los finales son difíciles.

No hablo desde el punto de vista del consumidor, que debe despedirse de personajes que ha seguido (a veces durante años) y a los que ha cogido cariño (aunque también), sino desde el punto de vista de los creadores.

¿Cómo acabar una obra? Porque hay ciertas historias, como una trama policíaca, en la que el desenlace tiene un punto evidente (la resolución del caso), pero en obras que giran en torno a los personajes, como es el caso de Barry, ¿existe realmente algo llamado «final» o es simplemente un punto arbitrario en el que el creador decide poner en pausa su obra?

Si algo se ha podido ver con todos los revivals de series que han empezado a salir en los últimos años, mientras un personaje siga vivo ―ya que la muerte del actor, en caso de obras audiovisuales, ni siquiera es un impedimento para continuar la obra, como fue el caso de Spartacus y el fallecimiento de Andy Whitfield―, su historia se puede seguir contando. La muerte (del personaje) sí es un final definitivo, porque aunque puedan expandir el universo con algún spin-off, la historia del personaje solo se podrá contar si se hace una precuela.

Y Barry es precisamente una serie en la que la muerte de su protagonista sería natural: es una obra que empieza con un asesino a sueldo que quiere ser actor, pero que a lo largo de la serie sigue metido en los temas de asesinatos, así que sigue viviendo situaciones de peligro; pero aunque es un final lógico, ¿tiene sentido?

Si vamos viendo la evolución del personaje, en la que poco a poco este va cayendo en el abismo, aunque lógico, el matar al protagonista resulta el final más evidente, quitando todo atisbo de sorpresa, e incluso quedándonos en esta zona de confort, ¿a manos de quién debería morir? ¿De alguno de los otros personajes principales con los que mantiene vínculos íntimos? ¿De un personaje anónimo para plantear que al final del día es un sector en que cualquier golpe puede ser el último? ¿De la policía o de la mafia representando una masa amorfa de entes, casi una fuerza, simplemente existente para purgarle? Como dije, los finales son difíciles; pero antes del final, volvamos al comienzo.

La temporada empieza en el punto en que nos dejó la tercera, pero su trama acaba resultando muy extraña. No como la temporada que precede a esta que tenía elementos absurdos a nivel de historia, sino por la manera en la que se construye; la única forma de pensar en esta temporada como una trama decente, es considerar que en realidad esto son dos temporadas.

La mitad de temporada da un cambio abrupto en su trama, propio de las series de comienzos de siglo en sus mid-season finales, en los que en el parón que sufrían, dejaban un cliffhanger no tan potente como el de un final de temporada, pero bastante más que cualquiera de los demás episodios (además de tener un cierto giro en la trama para tomar otro rumbo); sin embargo hablamos de temporadas de veinte capítulos, aquí es una temporada de ocho que dividiéndola nos deja en dos temporadas de cuatro.

Con cuatro capítulos, la primera mitad de la temporada, aunque con grandes momentos no avanza nada en su trama principal; la segunda por su parte sí mueve sus piezas para dar lugar al final de la serie.

Si miras esto como una temporada continúa hay un cambio abrupto debido a lo que ocurre en el final del cuarto episodio, pero incluso si la miras como dos minitemporadas, el final de esa cuarta temporada A, es raro, se siente como si le falta algo, no se siente incompleta, porque los detalles se pulen en los cuatro episodios siguientes (lo que, siendo la misma temporada, no se siente como un retcon), pero deja un regusto extraño.

El final de la serie por su parte sí funciona y ha hecho que decidiera aumentar la nota que he dado a esta temporada, porque se podría ir a lo fácil y matar a Barry, lo cual además evita que en diez años tengamos que aguantar un Barry Reloaded o cualquier requel que intenten sacar, o dar a Barry un final feliz pero que como he dicho no es realmente un final.

Lo que hacen de manera muy inteligente es ambas. Barrry es asesinado por mr. Cousineau, que es el personaje más coherente para algo así porque no tenía las manos manchadas de sangre antes (a excepción de lo de disparar a su hijo), pero su familia puede vivir tranquila y además, a nivel público es recordado como un héroe que fue utilizado para ser culpado por un crímen que no cometió (aunque nosotros sabemos que lo hizo) lo que, a todas luces, es un final feliz .

En lo que respecta al tono de la obra, aunque no resulte tan potente como en las que vinieron antes, esta temporada sigue jugando bien con la comedia y la tragedia y da lugar a un episodio aburridísimo en la segunda mitad de la temporada (o la cuarta temporada B, si lo preferís), que por lo que está narrando y la manera de presentarlo hace que el tedio sea disfrutable.

En definitiva, Barry es una obra que personalmente no considero que destaque por su trama, y el caso de esta temporada no es diferente, pero la misma logra cerrar bien la historia tanto de su protagonista como de la mayoría de personajes ( Fuches se marcha y tras ello no volvemos a saber su destino, lo que podría ser la base de un futuro revival, pero lo que se da a entender es que no dará pie a una historia así en el futuro ).

Si has aguantado hasta su tercera temporada, creo que vale la pena acabar la serie siendo tan solo ocho episodios más, aunque recomiendo tratar las dos mitades como temporadas distintas (y cuando lleguéis ahí entenderéis el motivo).

La primera temporada de Barry fue tal sorpresa que fue directo a mi Top 3; sin embargo, estuve un año sin continuarla.

Esto era porque, aunque Barry es una obra extraordinaria en lo que refiere al uso de los tonos y lo bien que logran encajar el humor (absurdo) y el drama (o incluso la tragedia), a nivel de trama era bastante meh.

Esa temporada inicial resultaba bastante previsible en su desarrollo y de no ser por el componente emocional (y unos gags que era muy divertidos) le hubiera puesto un 7 probablemente. Con el final que tenía, tuve la impresión de que la segunda temporada, más allá de algún pequeño cambio, repetiría el mismo patrón en su trama y la verdad es que me equivocaba; sí, repite ciertas premisas por la propia naturaleza de la historia (y cómo termina esa temporada inicial) pero haciéndolo mejor, no sintiéndose tan previsible.

Y luego vino la tercera temporada que hacía que las tramas fueran absurdas; ¡ojo!, no que tuvieran mucho humor absurdo, sino que en sí mismas no tuvieran mucho sentido. Llevando además a que los personajes empiecen a dar tumbos sin tener un rumbo fijo, cosa extraña cuando ves siempre los mismos nombres en los créditos así que no es una cuestión de alguien nuevo trastocando todo.

Aunque a cambio, las mejores escenas de la serie están en esta temporada y el nivel de dramatismo y como amalgama bien con el humor es diez veces mejor que el que me enganchó inicialmente a la serie.

La cuarta por su parte aunque le da un buen cierre tanto a la trama como a sus personajes, y por supuesto no resulta tan mala en cuanto a su trama como la que la precede, es literalmente partida por la mitad, dando lugar a un cierto desbalanceo entre ambas partes, pero que resulta coherente en lo presentado.

Y aunque destaco mucho el tema del tono, no puedo hacer una crítica de Barry y no mencionar dirección y fotografía, porque las actuaciones resultan sublimes, pero aunque considero que hay mucho de los actores, también creo que hay tanto por parte de la dirección, y en ambos sentidos Bill Hader resulta una joya.

Luego la fotografía hace usos muy interesantes de los planos, especialmente una serie de planos en los que vemos la acción de lejos, normalmente al fondo de la pantalla mientras en primer plano tenemos un personaje haciendo otra cosa, que aunque se usa mucho para la comedia, también se usa para el drama e incluso para escenas de acción.

En definitiva, Barry es una serie que vale mucho la pena si disfrutas con los personajes de las obras y su evolución. Si lo que te gustan son simplemente las tramas, probablemente te vas a decepcionar, porque cada temporada tiene sus propios problemas con respecto a ello.

Pero considero que como mínimo debes dar una oportunidad a su primera temporada ya que, sin contar la cuarta temporada por razones obvias, es la que tiene el final que podríamos considerar más cerrado.

Barry es una serie de comedia, sicarios y mafiosos de HBO.

Barry es un asesino a sueldo que no encuentra la motivación para seguir ejerciendo. Es entonces cuando en su por encargo, acaba yendo a clases de interpretación, y cree encontrar ahí su nueva vocación.

Es una serie que empieza con un tono muy ligero, casi rozando la comedia absurda, pero antes de acabar la primera temporada ya ha impregnado la serie de una sensación de peligro detrás de la comedia, una sensación que va creciendo a lo largo de las temporadas, y es una mezcla que logra cuajar decentemente. Poco a poco irán estrechando el cerco de dónde está la comedia dando más paso a la trama de mafias y sicarios, pero siempre sin perderle el punto cómico, salvo quizá al comienzo de la cuarta temporada, cuando los personajes han evolucionado y la serie decae bastante, pero logran darnos unos episodios finales bastante dignos, que elevan la calidad de esa última temporada y de la serie en general.
En su conjunto la historia no está mal, pero la comedia, a menudo sarcástica, puede no convencer a todo el mundo.

Mención especial para Hank.

Desde iZombie no he visto una serie en la que los personajes den tantísimas vueltas en una misma temporada, por suerte son solo ocho episodios, pienso en las típicas temporadas de antes con una veintena de capítulos y siento miedo de lo que podría haber salido de ahí.

Creo que con esta temporada su punto más fuerte resulta a la vez el más flojo: su trama.

La temporada plantea una trama alejada en el tiempo de la segunda, más que aquella de la primera, lo que permite que, aunque algunas tramas (la mafia o la policía) se sigan retomando, no se sienta tan repetitivo, además de añadir tramas nuevas en base a los eventos del final de la temporada previa.

Pero a la vez, estas mismas tramas se acaban abruptamente (como en el caso de la de Sally con su serie ) o directamente no tienen una resolución como tal (por ejemplo el caso de Fuches con las dos veces que parece querer retirarse a una vida tranquila ); lo que da lugar a que los personajes empiecen a hacer giros de 180º que a lo mejor semanalmente no, pero viéndolo en maratón se nota muchísimo.

Sin embargo, las escenas de acción que nos presentan son brutales (especialmente la de la persecución de los moteros), y el drama está mucho más conseguido, llegando a tocar mucho.

Por ejemplo el caso del tema del maltrato , ya lo vimos un poco en la segunda temporada, pero verlo aquí siendo el novio maltratador Barry, que es el protagonista , es mucho más potente que un personaje cualquiera.

Y este es el motivo que en la temporada cuyas tramas creo que han tenido más altibajos, solo haya decidido bajar un punto, porque la parte trágica de la historia es impecable; Bill Hader te hace unas escenas sublimes, a la vez que dirige los episodios, y considero que es una maravilla de actor después de verle aquí.

En definitiva, a nivel de trama es sin lugar a dudas la peor de las tres (y espero que de las cuatro) temporadas, pero a cambio nos deja escenas que sin miedo a equivocarme puedo asegurar que son de las mejores de la serie (hasta el momento) y muchísimos más momentos capaces de romperte.

Empecé a ver la serie esperando una comedia algo tonta sobre un asesino en serie que se quiere convertir en actor y ha superado con creces mis expectativas.

Para empezar el humor llega a ser bastante absurdo pero no es esta clase de absurdo que llega a ser ridículo, pero sobre todo, lo que no esperaba para nada era el tono dramático que llega a adquirir en ciertos momentos y cómo los personajes pasan esas emociones de forma tan realista.

Si no fuera por esto, le hubiera dado menos nota, porque lo que es la trama resulta bastante previsible y los giros que no se ven venir desde el comienzo es porque se basan en personajes o elementos que se añaden a posteriori en la temporada.

Algo que sí me ha gustado de la trama es el tema romántico; en estas series habitualmente tenemos al protagonista y su interés amoroso que están en un rifirrafe constante entre estar juntos o no estarlo casi desde el primer episodio, y aquí aunque en un primer momento parecía que sería así, no acaba ocurriendo.

De los personajes, quien más quien menos, funcionan todos; el protagonista y los otros personajes principales en especial, pero incluso secundarios que están más de fondo y para soltar un par de frases muestran rasgos de tener una personalidad que se pueden aprovechar en el futuro.

Pero lo más destacable es como cierran las tramas de la temporada haciendo que, aunque queden elementos de los que partir para la siguiente, si esta hubiera sido la única temporada de la serie, hubiera tenido un muy buen cierre.

Para mí, ha sido la mas floja de las tres, se le nota ya el desgaste, se ha confirmado una cuarta y última temporada.

Lo que mas me ha gustado sigue siendo los chechenos que son el alma de la serie, le dan ese punto de humor negro que ha caracterizado a la serie en temporada anteriores.

La historia de Sally me aburre soberanamente y no soporto a su personaje.

Esperemos un cierre decente.

Hoy, 29 de mayo, ponen fin algunas de las series estrenadas estos años atrás y con la proximidad de convocatoria de los Emmys, la última semana de mayo ha quedado como una semana de presentación de candidaturas como final de temporada, o de series en algunos casos que llamaron la atención de estos años atrás. “Barry” fue una apuesta algo arriesgada por parte de HBO y la Warner a la hora de querer mostrarse como formato comedia, pero bien podría estar en otra categoría, como el propio drama o la acción. Y la verdad que esta apuesta arriesgada por parte de Bill Hader no ha caído en saco roto, considerada como un producto bastante interesante, aunque al haber evolucionado a lo largo de estos cinco años podemos pensar que le ha sentado bien esas temporadas en las cuales hemos profundizado en esta historia rocambolesca.

“Barry” nos cuenta la historia de Barry Block/Berkman como un asesino a sueldo, y antiguo soldado militar, decide dar un vuelco a su vida dejando atrás su actividad de sicario para empezar en el teatro descubriendo las maravillosas oportunidades que le puede ofrecer, tanto socialmente como personalmente. Pero esa nueva vida empieza a cambiar cuando descubre que necesita continuar con su actividad como sicario a sueldo si no quiere morir en el intento. Y en esa dualidad de interpretar un papel y evitar morir, se ve envuelto en un asesinato y la policía consigue investigarlo para esclarecer lo ocurrido. Lo curioso es que, en ese asesinato, se encuentra una persona que se encuentra en el mismo grupo de teatro de Barry, dando lugar a múltiples situaciones estrafalarias e historias desternillantes que harían esta serie mucho más dantesca de lo que es. Y es que el humor absurdo, por parte de esta serie, no deja de sorprender.

Si alguien se merece en esta serie todos los honores, ese sería Bill Hader ya que dirige, escribe e interpreta al protagonista de esta historia de forma sobresaliente, mostrando que a veces la comedia no es solo echar risas, sino que puedas expresar dichas emociones que no sea únicamente con la sonrisa . Otros actores como Stephen Root como Fuches o Henry Winkler como Cousineau interpretarán a esa figura de la conciencia que ayudará a Barry a encontrarse a sí mismo. Uno lo hacía en su pasado y el otro lo hace en el presente, aunque por algún motivo o por otro, ambos acaban manipulándole de una u otra forma . Y Sarah Goldberg interpretando a Sally, quien conoce a Barry y acaba teniendo una relación disfuncional , o Anthony Carrigan como Noho Hank: el checheno ingénuo que engaña a Barry para jugársela pero que muestra una inocencia que le hace ser un personaje entrañable. Y esto es curiosamente lo que suele tratar la serie de una forma muy sutil, y nos muestra una masculinidad tóxica como la que nos mostraban otras series de la era dorada de la televisión, dando pie a personajes icónicos que usaban la fuerza para mostrarse como lo que son, antihéroes, pero sobre todo deconstruyéndola. Y ese propósito lo consigue llevar de una forma muy sutil.

Con sus múltiples referencias, giros inesperados, y esa crítica ácida hacia lo que es o no la masculinidad, Barry es un producto diferente dentro de lo que llamamos “dramedia” com o la unión de ambos tipos de géneros, pero que muestra una deconstrucción de la masculinidad y de todo lo que implica en ello: Poder, abusos, luchas, venganza, crímenes y “el fin justifica los medios”. Si crees que el prototipo de masculinidad tóxica debe cambiar esta es una serie que no te deja indiferente. Además de sus muchas situaciones surrealistas que nos muestra, es una serie que se hace divertida con un guion bastante bien llevado a lo largo de estas cuatro temporadas. Barry dice adiós a su historia sin hacer ruido como lo hizo Atlanta, y a veces, este tipo de comedias nos vienen bien para dar ese toque fresco a un género que cada vez muestra una mayor versatilidad.