Críticas de Manos a la obra

¡BENITOOOOOOO!

No tiene la mejor trama ni los mejores diálogos de la historia, pero eso es lo que la hace auténtica. Siempre recordaremos con cariño a nuestros vecinos de esta corrala de Madrid. Como al tristemente fallecido Ángel de Andrés (Manolo) y Carmen Rossi (Doña Carmina).
Aunque todavía podemos seguir disfrutando de otros personajes gracias a sus apariciones en películas y series actuales como Fernando Cayo, Nuria González y el inigualable Carlos Iglesias.
Gracias a todos ellos por haber participado en un proyecto que quedará para el recuerdo.

Otro sitio al que no podemos volver...

Lalilolaloleiro lailo lala. Lalilolaloleiro lalilo lala. Lalilo lala lalilo lala lalilolaloleiro lalilo lala. CHIN PUN.

No es una gran serie, con efectos especiales, grandes tramas ni nada por el estilo.
Pero ante tal sencillez en los personajes y en todo, era una buena serie.

Si fuiste un niño de los 80-90 te comiste esta serie en casa de tus padres segurísimo y habrás crecido sabiendo lo que era una ñapa, un bocadillo de chistorra o quién es Benito Lopera Perrote y que madrugar no va bien para lo mío.

"Manos a la obra" es el título de esta serie y, creo, que jamás nadie llamó a esta serie así, eran Manolo y Benito, dos vecinos, socios y amigos que tenían una empresa de construcción, bueno, más bien de reparaciones en general y que, no solo no terminaban reparando nada sino que todo acababa peor de lo que se lo habían encontrado.

Supongo que tuvo tanta aceptación entre el público porque todos los espectadores podían sentirse identificados con algún personaje, aquí todos eran currantes que se levantaban temprano y se tenían que ganar el duro, y también aparecía la figura de la ama de casa, sobretodo encarnada por Carmina, madre de Benito, una viuda abnegada en la labor de cuidar de su casa y de su hijo, al cual sobreprotege, imagino, porque se refugia en él tras la pérdida de su marido o Adela, mujer de Manolo, una mujer que desea y aspira una vida mejor, bueno mejor, con más dinero básicamente, también teníamos a una madre soltera, con un ex, digamos complicado, encarnado por Jesús Vázquez (jajaja qué recuerdos). Me dejaré muchos perfiles sin mencionar pero no se me puede olvidar el de Tania, una inmigrante listísima y formadísima pero que debe conformarse con hacer trabajos destinados para inmigrantes.

Todos los perfiles son tristísimos y ahí es donde radica la gracia, que compartiendo el fango podemos reírnos todos y, otra cosa no, pero esta serie te hacía reír, es de las series más divertidas que recuerdo de mi infancia, que dio frases míticas y que, supongo que si veo otra vez, me escandalizaré porque no creo que haya envejecido especialmente bien y es que el humor es presa de la actualidad y habrá bromas que ahora nos resultarán machistas, racistas u homófobas, básicamente porque lo son, pero en aquella época no éramos conscientes.

Manos a la obra una serie que marcó una época.