Críticas de La maldición de Dark Lake

La maldición de Dark Lake es la prueba de que adaptar una obra de Stephen King a la gran pantalla no siempre es sinónimo de éxito, sobre todo si la novela en sí no es muy buena. No hay nada original en una historia sobre un escritor perseguido por fantasmas que lleva a nuestro héroe a descubrir un viejo secreto enterrado en un pequeño pueblo americano. El libro fue un pretexto fantástico para revelar el lado romántico-gótico de King, salpicado de ciertas pullas a sus competidores, y se convirtió en una obra más dramática que terrorífica para el autor. Pero cuando el fiel colaborador Mick Garris (con seis colaboraciones a sus espaldas) asumió el proyecto como telefilme en dos partes, sin presupuesto y con ideas que iban a contracorriente de la novela, estaba claro que el producto iba a ser una decepción... Lamentablemente, aunque no se puede dudar del respeto del director por el "espíritu" de su maestro, hay mucho más que cuestionar sobre su capacidad para hacer telefilmes decentes. Porque, aparte de la excelente calidad de las imágenes y de la honestidad de la ambientación, es difícil encontrar verdaderos motivos de satisfacción. Hay que decir que, además de las dificultades que Garris tiene para dirigir esta mini-serie. Repetición, narración fácil, emoción barata, varios personajes que rozan lo grotesco, por no hablar de algunas autorreferencias de escaso interés: lo que sigue siendo más o menos soportable durante un tiempo acaba volviéndose realmente cansino tras más de 150 minutos de visionado. Garris tiene la culpa de ello: montaje mediocre, escenas que no funcionan, diálogos que se equivocan varias veces, incapacidad para sugerir angustia... La música es totalmente incoherente con la obra, con un ruido muy extraño en pasajes aparentemente inofensivos y "normales". El reparto decepciona: Pierce Brosnan está desganado y cansado, incapaz de dotar a su personaje de garra, determinación o empatía. También está la presencia de la encantadora Melissa Gorge, que pasa el rato en sus breves apariciones. Y, dejaremos a un lado a Anika Noni Rose.