Un policía de un pequeño pueblo sospecha que la escuela local para adolescentes con problemas y su carismática —pero peligrosa— fundadora no son lo que aparentan.
Un par de adolescentes incontroladas acaban en una especie de clínica de rehabilitación dirigida por una mujer, Evelyn (Toni Colette), con extraños métodos terapeúticos. A la comunidad llega una pareja, Alex y Laura. Ella está embarazada y él es policía. Laura tiene una conexión con Evelyn ya que en el pasado la terapeuta le hizo el "salto" que es una ceremonia a la que pocos llegan en la clínica. Luego se va liando la cosa porque la clínica es de todo menos sanadora y los chicos que hay sólo quieren escapar. Para mí, la serie empieza muy bien pero luego va bajando la intensidad y los capítulos finales me han gustado menos. Afortunadamente es una miniserie, son 8 capítulos relativamente cortos y aunque el final da para otra temporada, esperemos que a Mae Martin no se le ocurra continuarla. A destacar la banda sonora, una maravilla con Pink Floyd de protagonista.
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