Bajo un título tan cándido y dulce como ‘Baby reindeer’, se esconde una de las historias más impactantes que se pueda ver últimamente en pantalla. Richard Gadd utiliza esta miniserie de tan sólo siete episodios para narrarnos algunos de los episodios más oscuros y dolorosos de su vida, supongo que por eso ha decidido interpretarse a sí mismo y no cederle a otro actor sus traumas. De profesión escritor y comediante, pone su vida frente a nuestros ojos dando vida a Donny, un camarero de un pub en pleno Camden que sueña con ser comediante. Donny parece tener una vida sencilla en la que no aspira a grandes cosas, pero las cosas cambian cuando entra en su vida Martha, una mujer con serios problemas mentales que comienza a acosarlo de una forma enfermiza. Martha se colará en cada poro de su piel y, como buena acosadora, se las apañará para manipular a Donny a su antojo y provocar en él una sensación de pena y empatía hacia esta “pobre mujer”. Emociones que no harán más que allanar el terreno para que los monstruos se cuelen en tu casa.

Una miniserie bastante creepy que te funde por dentro y te deja totalmente vacía, porque comienzas sin entender nada y, luego, se te cae el mundo encima y comprendes por qué Donny actúa como actúa. Dejando de lado el cringe y el morbo al tratarse de una historia real, estamos ante una serie sórdida, angustiante y en la que te sientes completamente impotente. La impotencia de ver como alguien se cuela en tu vida como si nada y decide destrozar una parte de ti que ya nunca podrás recuperar, la confianza en ti mismo y, sobre todo, tu seguridad. Ilusa de mí al pensar que empezaba una comedia y no un ejercicio de terrorismo emocional.

Bueno, un día cualquiera hablando con alguien de por aquí, me comentó sobre esta serie, y cuando esa persona suele mencionar algún tipo de serie y/o película, es para tenerlo en cuenta, pues es porque ha visto algo bueno que merece la pena. Después vi que varios compañeros-as ya la habían visto y habían dejado buenas notas, con lo que todo parecía más que claro de que había que verla si o si.

-Cuando nos rompen.....

Bueno, vamos a poder ver la historia de un camarero en el que un día recibe a una clienta, es amable con ella, y lo que parecía un simple buen gesto humano, será el inicio de un cambio en su vida...

Los capítulos en general no suelen durar mucho y se presentan con buen ritmo, en el que además con lo que vas viendo, esas determinadas y complicadas situaciones hacen que te atrape y sientas algo por dentro. Lo comentaba con unos compañeros de por aquí, es una serie que me estaba gustando de ver por lo entretenida que es pero a la vez me estaba dejando como un mal cuerpo conforme la iba viendo. Hacia tiempo que no tenía esa sensación tan rara tras haber visto algo. A modo de broma, ni el corto del desafío "D Is for Deloused" provocó ese sentimiento.

He tenido como sensaciones contradictorias con el protagonista, en el sentido de si debía haber actuado de otra manera, haber gestionado las cosas diferente con algunas de las protagonistas, pero luego, hay que comprender la "mochila" que llevaba encima, ese peso en el que quizás no le ayudaba a desenvolverse con "soltura".

Se toca unos temas complicados pero necesarios de exponer para intentar que sirva de alguna manera a quienes puedan estar detrás con situaciones similares, ya sea recibiéndolas o provocándolas. El hecho de saber que está basada en hechos reales y que el protagonista es a su vez quien pasó por eso, te deja aún más con los pelos de punta.

Las actuaciones, son sencillamente muy buenas, tanto el señor Richard Gadd como Jessica Gunning, pero también me gustaría mencionar a Nava Mau, pues me ha gustado su papel.

En definitiva, es una "lavadora" de sentimientos, que te remueve distintas sensaciones a medida que la vas viendo. No sé si es una serie para todo el mundo.