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¿Dónde ver Yo, adicto?
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Críticas destacadas

Sandris
9 / 10
Con la caída en desgracia de nuestro protagonista, seremos testigos de una odisea titánica para intentar rehabilitarse ingresando en una clínica privada, en la que, a base de empatía y cariño, comprenderá cosas de sí mismo que ni siquiera él conocía. A veces, simplemente necesitamos escuchar las historias de los demás y dejar que otros nos escuchen para entender qué ha ido mal, cómo has terminado aquí y entender que siempre hay una salida. Los vínculos que establecemos con los demás son vida y a veces nos salvan de nosotros mismos.
No es una historia más sobre adicciones, es el camino de una persona dañada, que daña, una persona sin esperanza pero que emana esperanza a los que le rodean, es una historia sobre el cielo y el infierno, el amor y el odio, es una historia de resistencia, de valor y de verdad. Rehabilitarte no es fácil y contarás para siempre con la etiqueta de ser “el yonki”, pero cuando te rehabilitas no lo haces sólo por ti, lo haces por los que te quieren, por los que te han visto caer una y mil veces, a los que has lastimado y aún así siguen queriéndote. Rehabilitarte es un acto de amor propio, pero es también un acto de amor hacia los demás. Y no hay mayor generosidad que esa.
«_¿Todo esto no se trataba de drogas, verdad?
_¿De qué crees que se trata?
_¿Yo? De aprender a vivir.»

El9Pasajero
9 / 10
Quiero gritarlo bien fuerte . Gracias Javier Giner.
El nivel de consciencia existencial al que te lleva esta serie no tiene parangón .
O al menos conocido por este abajo firmante. Una cascada de emociones que desnudan tu Alma y la dejan tiritando. Dejando claro desde sus inicios que para percibir realmente quién eres tienes que tocar fondo y cuál ave Fenix resurgir de tus cenizas oliendo a chamusquina.
Una balsa de 'autoayuda' no solo para los hijos de un dios menor, sino para toda la existencia. Un nivel actoral acojonante, una biblioteca ambulante de lo más punzante del panorama, una selección musical que rasgará las costuras de tu córtex cerebral. Una bofetada a mano bien abierta al ego, al control parental y a la grandilocuencia 'humana'. Sin mencionar al ombliguismo o yoismo, sin atisbo de extinción y que ha venido para instalarse. Un fuego social que enmascara la debilidad de nuestra existencia en estos tiempos modernos del todo vale, palabra de tiktok.
Hay discursos que son lecciones de vida, porque es muy grande lo que hace esta serie con las mentes abiertas y curiosas. No te da, solo lo expone para que 'tú' seas autoconcluyente y aprendas. Puede parecer un manual de autoayuda, que yo no la soporto, porque ese término es un producto para vender libros y terapias. Es un timo, para hacerte creer que puedes hacer lo que sea o salir de donde sea sin ver la mierda de vida en la que te has metido y no la que puedes alcanzar con tu propio sacrificio siendo consciente que solo tú te has metido allí, que tú eres el principal culpable de tu situacion. Y no los autores de tus días, la enseñanza, la iglesia, el vecino o tu ex pareja. Que serán factores que ayuden en tu caída pero tú eres el que decide donde te metes.
El sr Giner sabe conjugarlo todo muy bien para que no seas un mero contemplador de los acontecimientos, sino que los sufrirás en tus propias carnes, en tu nivel de flotación. El 'Yó' del título deja claro que el dedo acusador va dirigido al espectador porque todos a nuestra manera somos adictos a algo que nos desvía hacia un vacío existencial, y la mayor parte de las veces, si ser conscientes del agujero donde nos estamos metiendo en pos de la normalidad del manual social. Una plaga establecida que todos acarreamos y nadie es culpable, es un problema generacional al que deberíamos ponerle freno.
Y me consta que desde la educacion parental y la enseñanza reglada se intenta, pero parece una misión imposible porque nadie se siente responsable y se expulsan la culpa en pos de 'lo he hecho por tu bien'. La tolerancia cero y lo políticamente correcto son armas de doble filo que mal gestionadas pueden hacer palidecer al mismísimo Tomás de Torquemada rey de los inquisidores.
Posiblemente lo 'viejuno' no esté mal sino que necesite una reformulación o adaptación a los tiempos que corren. Llevamos siglos en el mundo y hay cosas que se han hecho bien, porque anularlos en pos de tiempos modernos. Un interesantísimo debate que parece que nadie está dispuesto a asumir y mientras, la desconexión entre los seres humanos cada día es mayor y la amabilidad, la educación, la asertividad, la empatía y unos cuantos adjetivos que nos hacen humanos, están en vías de extinción.
Tenia la sensación tras el 5° capítulo de que no queria que se acabara la serie. Masoquismo de manual ???
Me sentía agusto con mis debilidades, mis derias, mis manías, mis miedos, mi egocentrismo, y mi eterna misantropía. Me sentía seguro, rodeado de miseria existencialista, mi miseria, porque sin ella no hay camino, sin ella no hay metas. A nadie le gusta reconocer sus mierda, pero existen. No somos superhéroes teniéndolo todo controlado, no estamos aquí para demostrar que somos autosuficientes y que tendremos las respuestas correctas para todo. Porque para eso, nos hemos tenido que equivocar antes y así aprender las lecciones.
Hay que reconocer que somos imperfectos, porque así caminaremos tranquilos sin mirar a los lados pensando 'que dirán' ? . Y como siempre le repito a mi niña, - tienes que aprender a pedir ayuda cuando la necesites. Victimas, el primer día . Al siguiente toca levantarse y dar un pasito más, aunque sea para atrás.
No soy sufridor en casa, ni el drama alimenta ni ser, más bien al revés. Pero ha dado paz a mi Alma a base interpretaciones sublimes, de momentos musicales y enormes tapas de libros .
Repito una y otra vez que una rehab son un pasito adelante y dos para atrás, porque aparecerán todos los traumas que hemos ido pasando y hemos dejado atrás, guardado en la famosa mochila a la espalda.
Pero nada se esconde, el cuerpo lo guarda todo porque vivido está. Y no se puede deshacer el camino que has o te han construido sin volverlo a caminar. Porque, que sería de nosotros sin memoria para avanzar. No somos un disco duro de almacenaje de experiencias que acumular en nuestro currículum vitae. Somos un puzzle de piezas infinitas que hay que aprender a rellenar. Cada una en su rinconcito para bien o para mal. Y así completar nuestra Alma para descansar al final.
Te doy las gracias Javier por la osadía de atreverte a entrar en mi cabeza y jugar con ella un ratito. Y dejar un poso para nunca olvidar.
Porque esto que nos presentan no va de cambiarte, esto va de aceptar.
Sacudir consciencias deberia ser deporte nacional .
Como única pega el final, al romper la cuarta pared pierde el encanto de la fábula y rompe la moraleja final.
Pero a mi que me gusta escribir, se que a veces darle un fin es lo que más cuesta cerrar.

CrisCristii
9 / 10
Aunque esta serie trata sobre la vida de Javier Giner y su proceso de desintoxicación, el trasfondo es mucho más profundo. Nos habla del duro camino que es la vida, de los errores que llevamos a nuestras espaldas, de la culpa, el apego, la compasión y la necesidad de liberarnos de toda esa carga.
Que al final las adicciones son uno más de los múltiples errores que podemos cometer como humanos, que todos somos imperfectos y ninguno sabemos muy bien cómo vivir. Que yo que sé, que no somos tan fracasados como creemos y siempre hay grietas donde encontrar cosas bonitas.
Nos os voy a engañar ni un poco, según se iba acercando el final he llorado muchísimo, porque aunque no he sido adicta, la vida también me ha pasado por encima a veces.
El papel de Oriol Pla es brillante, creo que no habría habido otra elección mejor.
Y como bien dice el autor al final: Vivir duele, pero merece mucho la pena.
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