Cuántas películas de sobremesa de los fines de semana tendrán "obsesión" en el título. Probablemente casi tantas como tienen "atracción", "secuestro", "misterio", "asesinato"... Ya sabéis, lo típico. Esta Obsesión no es un telefilme de domingo por la tarde, pero como si lo fuera. De hecho es más larga, ya que entre los cuatro capítulos que dura sobrepasan las dos horas y media.

Anna está a punto de conocer a la familia de su novio Jay cuando conoce a William, su padre, y la atracción es tan intensa que no tarda en empezar una relación cargada de dominación y sí, lo habéis adivinado, obsesión. Esa obsesión no siempre está representada por el mismo personaje, aunque por lo general tira más a uno de los dos, pero pronto empezará a alcanzar al resto de personajes, así como la paranoia, hasta que todo explota por los aires.

La trama es totalmente de telefilme de familias disfuncionales, infidelidades, obsesiones que terminan mal... Para lo que cuenta, que no es mucho más que lo evidente, se hace larga, y eso que los capítulos son muy asequibles, tanto en duración como en número. En el primer capítulo, viendo cómo se acerca enseguida a él, y que ya le estaba observando, y sabe quién es, pensaba que estaba todo planeado, se la veía manipuladora desde el primer instante, pero luego no se menciona nada al respecto, así que supongo que sólo es la impresión que da. Hay un par de misterios pequeños por ahí, lo de los mensajes que le mandan a él al móvil y lo del hermano de ella, pero lo primero me ha resultado muy previsible y lo segundo no va mucho más allá de lo que ya se sabía, aunque me ha sorprendido, y a la vez no, que Jay se pareciera a él. ¿Traumas por abusos o ella también sentía algo por su hermano? Eso queda un poco a libre interpretación, aunque en el último capítulo intenten que nos inclinemos más hacia una de las dos opciones.

Richard Armitage e Indira Varma elevan el caché de esta miniserie que es tan morbosa como olvidable, ni siquiera puedo decir que sea especialmente entretenida, simplemente no es una gran pérdida de tiempo, y aunque siempre habrá productos mucho peores, no tiene nada que la haga destacar más allá de esos dos nombres propios en su reparto.