To My Star es un romance/drama/comedia en el cual la complejidad recae en mayor parte sobre los personajes más que en el argumento en sí, lo cual es una de las principales razones por las que se ha convertido en una de mis series favoritas. No suelo ver K-dramas románticos, porque generalmente presentan una versión demasiado perfecta e idealizada, y, por lo tanto, irreal, de las relaciones (entre otras razones), pero en este caso se nos muestra una profundidad, una madurez y una crudeza que hace que esta historia se sienta auténtica, a la vez siendo capaz de incorporar elementos típicos del género sin que se perciban como genéricos.
El hecho que el eje de la historia sean los protagonistas, sus historias, como interactúan con su entorno, y como evolucionan debido a ello, y el hecho de que no den nada masticado (tiene gran importancia el lenguaje no verbal y los diálogos no son demasiado explícitos), da pie a interpretaciones muy subjetivas de los personajes y de los eventos que ocurren a lo largo del drama, con base en las propias experiencias y opiniones personales de cada espectador y a cuánto sea capaz de empatizar con ellos en consecuencia. Para mí esto ha sido un punto favorable, porque me gusta romperme la cabeza en este tipo de cosas y porque desde el principio no me costó demasiado conectar con ambos protagonistas, pero a la vez creo que es algo que puede hacer que el significado objetivo de la historia no llegue a todo el mundo. Aun así, en retrospectiva, pienso que es un riesgo que ha valido la pena.
Teniendo en cuenta que es una producción de bajo presupuesto, relativamente, me parece de una calidad sobresaliente, sobre todo en lo que se refiere al guion, dirección, interpretación y complejidad. La primera temporada, a pesar de ser increíblemente corta por la razón mencionada, consigue transmitir esa complejidad utilizando cada segundo inteligentemente, sin rellenos innecesarios y sirviéndose de una cantidad sorprendente de pequeños detalles. Se puede ver una significativa mejora en todos los aspectos en la segunda temporada, que se beneficia de tener más del doble de los minutos que la primera, lo cual permite profundizar en los personajes y dar respuestas a cualquier pregunta sin resolver que pudiéramos tener después de la primera parte a través de una nueva trama. A lo largo de la segunda parte, consiguen atar todos elementos de ambas temporadas de forma que no hay nada que quede sin sentido: todo tiene su razón de ser, y gracias a esto tenemos un final muy satisfactorio.
Otro detalle a destacar es la BSO, que es maravillosa, y el hecho de que algunos de los actores estuvieran directamente involucrados en la creación y producción de varias de las canciones por puro amor al arte, para mí le da incluso más valor.
En fin, recomendadísima.
Valoraciones en tu crítica:
